En un informe reciente, Fitch Ratings destaca que las finanzas públicas siguen siendo el principal desafío para los países soberanos de América Latina. Se anticipa una recuperación fiscal para 2025, aunque con riesgos a la baja debido al contexto internacional y las tensiones internas. A pesar de mejorías esperadas en ingresos relacionados con materias primas y ajustes en el gasto público, algunas economías enfrentan presiones significativas, como Brasil, donde políticas monetarias más restrictivas podrían afectar negativamente tanto el déficit como los costos de interés. En contraste, naciones como Argentina y Ecuador han logrado avances notables en consolidación fiscal.
Además, la tendencia de la deuda pública en relación al PIB sigue siendo preocupante en las economías más grandes de la región, mientras que Centroamérica y Perú muestran estabilidad relativa. Las fluctuaciones fiscales seguirán influyendo en las decisiones crediticias futuras, especialmente en casos con Perspectivas Positivas o Negativas designadas por Fitch Ratings.
La mayoría de los países latinoamericanos enfrentan dificultades en su gestión fiscal, pero se prevé cierta mejora hacia 2025. Factores clave incluyen el fortalecimiento de ingresos vinculados a recursos naturales y un control más estricto del gasto gubernamental. Sin embargo, estas proyecciones dependen en gran medida de condiciones externas favorables y estrategias internas efectivas.
De acuerdo con Fitch Ratings, varios factores contribuirán a esta recuperación gradual. En primer lugar, los precios de las materias primas deberían estabilizarse, proporcionando un alivio económico a aquellas economías dependientes de estos productos. Además, muchos gobiernos están implementando medidas para limitar aumentos excesivos en el gasto público. Por ejemplo, Argentina y Ecuador han destacado mediante esfuerzos consistentes de consolidación fiscal. No obstante, países como Panamá y Colombia han experimentado empeoramientos más pronunciados de lo esperado, lo que refleja la complejidad de los desafíos locales. Guatemala y Nicaragua representan ejemplos de solidez fiscal continua, aunque enfrentan sus propios desafíos económicos.
El impacto de las políticas monetarias varía ampliamente entre las economías de la región. Mientras que algunos países mantienen estabilidad fiscal, otros luchan contra crecientes costos de interés y déficits estructurales. Este panorama crea incertidumbre sobre cómo evolucionará la relación deuda/PIB en los próximos años.
Brasil ilustra claramente este fenómeno. La aplicación de políticas monetarias más estrictas eleva significativamente los costos de interés y agrava el déficit fiscal. Esto genera inquietud respecto a si otros esfuerzos fiscales compensarán este impacto adverso. En cuanto a México, el estancamiento del crecimiento económico complica aún más la sostenibilidad de su posición fiscal. Por otro lado, Centroamérica y Perú parecen mantener relaciones de deuda/PIB relativamente estables gracias a sólidas bases fiscales y tasas de crecimiento adecuadas. Argentina, aunque mostrando mejoras, todavía enfrenta vulnerabilidades derivadas de incertidumbres cambiarias y monetarias. Finalmente, las evaluaciones crediticias continuarán influenciándose profundamente por las tendencias fiscales observadas, lo que determinará la evolución de perspectivas positivas o negativas asignadas por agencias como Fitch Ratings.