En una noche memorable para el boxeo español, el pugilista catalán Sandor Martín ofreció un espectáculo excepcional en el Barclays Center de Brooklyn. Aunque no logró conquistar el título superligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que permaneció en manos del dominicano Alberto Puello por decisión dividida, Martín demostró su valía y dejó una impresión duradera. El combate, narrado por el ex campeón mundial Kiko Martínez, fue un enfrentamiento vibrante que augura un futuro prometedor para el español en los grandes escenarios del boxeo internacional.
El encuentro comenzó con intensidad desde el primer asalto. Ambos luchadores salieron a todo dar, sin titubeos ni precauciones iniciales. Sandor se adueñó rápidamente del centro del ring, mientras Puello empleaba sus ágiles movimientos para mantenerse fuera de alcance. A medida que avanzaba la pelea, el catalán mostró una estrategia inteligente, combinando ataques precisos con defensas sólidas. Sin embargo, el dominicano respondía con contragolpes rápidos y efectivos, manteniendo el duelo en un equilibrio precario.
La mitad del combate marcó un punto de inflexión. Bajo las indicaciones de su padre y entrenador, Rafa Martín, Sandor incrementó su ritmo, lanzando golpes contundentes. Puello también elevó su intensidad, buscando controlar el centro del ring y conectando fuertes impactos en el rostro del español. Los intercambios de golpes se volvieron cada vez más intensos, con ambos competidores resistiendo y contraatacando en corta distancia. La rapidez y agilidad del campeón dominicano le permitieron aprovechar momentos de fatiga en su oponente, pero esto no disuadió a Sandor, quien continuó luchando con tenacidad hasta el final.
Los últimos minutos fueron cruciales. Mientras ambos boxeadores intercambiaban golpes y esquivaban ataques, quedó claro que Puello mantenía una mayor frescura física. Sin embargo, lo que resalta es la actuación sobresaliente de Sandor Martín. A pesar de la derrota, el catalán ha demostrado que está listo para enfrentar desafíos de alto nivel. Su rendimiento en este combate, tras un año de inactividad, evidencia su capacidad para competir en los más altos niveles del boxeo mundial. Martín puede regresar a España con la certeza de haber dejado todo en el ring y haber puesto en aprietos al mismo campeón.