En el primer tiempo, los Magic mostraron su gran capacidad defensiva. Durante gran parte del encuentro, evitaban que los Bucks se pusieran en marcha con demasiada facilidad. Excepto un tramo en el tercer cuarto en el que se soltaron un poco el control y coincidió con el peor momento en ataque de los visitantes (un parcial de 18 - 4 para un +8 local al empezar los últimos 12 minutos), el partido de los Magic fue prácticamente perfecto teniendo en cuenta las circunstancias. Su defensa fue la piedra angular de su estrategia y les permitió mantenerse en la disputa hasta el final.
La capacidad de los jugadores de los Magic de defender con firmeza y precisión les dio una ventaja importante. Cada jugador sabía exactamente qué tenía que hacer para impedir que los Bucks avanzaran y esto se reflejó en el rendimiento del equipo en general. Su defensa no solo les permitió mantener el partido cercano, sino que también les dio la confianza de poder competir con un equipo tan poderoso como los Bucks.
En el último cuarto, Jalen Suggs se puso de nuevo en acción en ataque. Como la tercera espada del equipo, se convirtió en el héroe en la ausencia de Banchero y Wagner. Metió 18 de sus 32 puntos en ese período final, mostrando una habilidad impresionante para encontrar la canasta en presión. Además, añadió 9 asistencias y 4 robos en el partido, una actuación fabulosa que demuestra su valor como jugador.
Suggs mostró una determinación y una capacidad de liderazgo que no se podía negar. Aunque sufrió algunos momentos difíciles en el último minuto, su esfuerzo y su habilidad no se podían negar. Su rendimiento en ese momento crucial fue esencial para que los Magic pudieran mantener la contienda en juego hasta el final.
Giannis Antetokounmpo, otra vez un monstruo en el campo, acabó con 37 puntos, 7 rebotes y 4 tapones. Ha tenido 22 partidos seguidos con 20 o más puntos metiendo más del 50% de los tiros, lo que supone la mejor racha de este tipo para cualquier jugador en un inicio de temporada y la tercera mejor de la historia. Su rendimiento fue clave para que los Bucks pudieran ganar el partido y continuar en la competición.
Antetokounmpo mostró su fuerza y su habilidad ofensiva, pero también su capacidad de dominar el juego en todos los aspectos. Su presencia en el campo era imponente y le permitió influir en cada momento del partido. Su rendimiento en esta final de cuartos de final es solo otro ejemplo de su gran talento y su capacidad de llevar a su equipo a la victoria.