Las Normas Ocultas de la Gala Met: Un Vistazo a sus Reglas Inesperadas

May 5, 2025 at 4:53 PM
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La gala anual del Instituto de Vestuario del Museo Metropolitano de Arte, conocida comúnmente como la Met Gala, es mucho más que un evento de moda. Este acontecimiento exclusivo tiene una serie de reglas que los invitados deben cumplir para mantener su prestigio. Una de las normativas más notorias es la prohibición de tomar selfies dentro del lugar. Aunque en 2015 se emitió una advertencia formal contra el uso de redes sociales durante el evento, algunos famosos, como Kylie Jenner, no pudieron resistirse a capturar momentos privados, incluso en baños.

Además de las restricciones tecnológicas, también existen directrices relacionadas con la edad y el comportamiento. En años recientes, se estableció una nueva política que impide la entrada a personas menores de 18 años, argumentándose que el ambiente no es apropiado para adolescentes. Por otro lado, el consumo de tabaco está estrictamente prohibido dentro del museo, lo cual ha generado cierta controversia entre celebridades fotografiadas fumando en áreas prohibidas. Estas normas buscan preservar tanto el respeto por las obras de arte como la elegancia del evento.

Otra característica única de la Met Gala son las consideraciones culinarias y de organización social. Para evitar incidentes embarazosos durante la cena, ciertos alimentos como el perejil, la cebolla o el ajo son eliminados del menú, asegurando que nadie experimente problemas dentales o aliento desagradable. Finalmente, la disposición de los asientos sigue un protocolo meticuloso diseñado por Anna Wintour, quien prioriza encuentros entre desconocidos sobre reuniones familiares tradicionales. Esta estrategia refleja la importancia de generar nuevas conexiones en un entorno tan selecto.

El éxito de la Met Gala radica en su capacidad para combinar creatividad y disciplina, transformando cada edición en una experiencia inolvidable. Al establecer reglas claras y promoviendo interacciones significativas, este evento no solo celebra la moda sino también la cultura del networking y la cortesía. En un mundo donde todo puede ser compartido públicamente, la Met Gala nos recuerda que algunas experiencias valiosas merecen ser vividas sin filtros ni barreras artificiales.