Las promociones turísticas, las aplicaciones destinadas a viajeros y los 'youtubers' que recorren el planeta suelen presentar de manera entusiasta a Buenos Aires como "la ciudad que nunca duerme", algo así como el territorio favorito de los insomnes que encontrarán en la capital argentina siempre una oportunidad de jolgorio. Sin embargo, la realidad de la vida nocturna en la ciudad ha experimentado una transformación significativa a lo largo de los años, reflejando los cambios sociales, económicos y culturales que han moldeado la identidad de Buenos Aires.

Redescubriendo la Esencia Nocturna de Buenos Aires

Cuando la Noche era un Bien Común

Hace décadas, la noche en Buenos Aires era un momento de efervescencia social, cultural y musical. El tango de Angel D'Agostino, "Esta noche en Buenos Aires", de 1944, capturaba la esencia de una ciudad que se negaba a dormir. El ritmo de una sociedad más igualitaria se reflejaba en la pulsión colectiva que animaba las calles, con librerías abiertas hasta altas horas de la madrugada y una vida nocturna que se extendía hasta el amanecer.

La Avenida Corrientes: Epicentro de la Vida Nocturna

La avenida Corrientes era el emblema de esa manera de experimentar la noche en Buenos Aires. Las librerías cerraban a las dos o incluso a las cuatro de la mañana, en espera de aquellos lectores noctámbulos que salían de las funciones de cine. Los restaurantes, como el emblemático Pippo, ofrecían la posibilidad de cenar a cualquier hora de la madrugada. Era un circuito que se extendía desde los cines hasta los bares y restaurantes, creando un ambiente de efervescencia cultural y social.

La Transformación de la Vida Nocturna

Sin embargo, con el paso del tiempo, este estilo de vida nocturna ha sufrido una transformación significativa. La pandemia y la crisis económica posterior han supuesto un punto de inflexión, dificultando la recuperación de las viejas costumbres. Los cines ya no tienen el mismo peso social y simbólico, y otros barrios de la ciudad han desarrollado sus propios circuitos gastronómicos y teatrales, dispersando la actividad nocturna.

La Noche Silenciosa: Reflejo de una Ciudad en Transformación

Hoy en día, la avenida Corrientes ya no es el punto neurálgico de la vida nocturna. Las funciones de "teatro off" terminan a las 23 horas, y los restaurantes cierran a medianoche, obligando a los comensales a buscar otros lugares abiertos para continuar la juerga. Incluso sitios emblemáticos como el bar La Paz, que durante décadas fue un punto de encuentro para escritores, artistas y activistas, han desaparecido, dando paso a locales de sushi que cierran a las 22 horas.

La Noche y la Desigualdad: Un Reflejo de la Realidad Social

Pero la transformación de la vida nocturna en Buenos Aires no solo se refleja en los cambios en los hábitos de consumo y entretenimiento. La presencia de personas sin hogar durmiendo en las calles, en las escaleras del metro o en plazas, es un recordatorio doloroso de la desigualdad que aqueja a la ciudad. Canciones como la de Fito Páez y Lali Espósito cuestionan la identidad de una Buenos Aires que parece haber perdido su brillo nocturno.En resumen, la evolución de la vida nocturna en Buenos Aires es un reflejo de los profundos cambios sociales, económicos y culturales que han moldeado la ciudad. Desde la efervescencia de antaño hasta la silenciosa noche actual, la historia de la noche en Buenos Aires es una ventana a la transformación de una metrópolis que, a pesar de los desafíos, sigue buscando su propia identidad.