El reconocido vocalista de Maroon 5, Adam Levine, anunció recientemente en una entrevista televisiva la preparación de un nuevo álbum y una gira mundial. Sin embargo, este anuncio fue eclipsado por las ingeniosas respuestas de los chilenos en redes sociales. La polémica actitud del artista durante su participación en el Festival de Viña del Mar en 2020 sigue siendo recordada por los internautas, quienes aprovecharon esta oportunidad para dejar sus comentarios humorísticos.

En el programa 'The Tonight Show' con Jimmy Fallon, Adam Levine compartió detalles sobre el futuro musical de Maroon 5. Expresó su entusiasmo por el lanzamiento del álbum en verano y la posterior gira en otoño. Este anuncio, sin embargo, no logró capturar toda la atención debido a las intervenciones creativas de los usuarios chilenos en la publicación asociada al programa.

Los chilenos, famosos por su ingenio, encontraron una manera peculiar de interactuar con el cantante estadounidense. Aunque Adam Levine bloquea los comentarios en sus propias cuentas de redes sociales, muchos recurrieron al perfil de Jimmy Fallon para expresarse. Pedro Ruminot, destacado humorista chileno, lideró las réplicas con un comentario que rápidamente se convirtió en el más popular. Él reveló que, al no poder comentar directamente, optó por enviar mensajes privados a Levine, lo que provocó que este último también bloqueara esta vía de comunicación.

Otros usuarios aprovecharon para compartir aspectos culturales chilenos, como recetas tradicionales de platos nacionales, canciones emblemáticas de bandas locales y frases cargadas de sarcasmo. Los comentarios incluyeron menciones a alimentos como cazuela y sopaipillas, además de referencias musicales hacia grupos como Los Prisioneros.

Finalmente, esta interacción virtual refleja cómo ciertos eventos pueden marcar profundamente la relación entre artistas internacionales y comunidades específicas. En este caso, la respuesta de los chilenos transformó un simple anuncio musical en un fenómeno cultural más amplio, demostrando una vez más el impacto duradero de experiencias compartidas en espacios públicos como el Festival de Viña.