En el primer lunes de mayo, bajo las luces del Museo Metropolitano de Arte en Nueva York, se celebra una de las reuniones más esperadas del año: la Met Gala. Organizada por Vogue, esta velada recauda fondos para el Instituto de Vestuario y presenta su exposición anual. Más allá de ser un evento benéfico, se ha convertido en una plataforma donde las figuras públicas desafían los límites de lo convencional con atuendos extravagantes que reflejan la temática del año. Sin embargo, detrás de su glamour, la gala también enfrenta críticas relacionadas con temas culturales, apropiación y representación.
En una noche marcada por la elegancia, en el otoño dorado de la moda, destacan momentos icónicos que han generado conversaciones globales. En 2015, durante la exhibición dedicada a China, las celebridades fueron acusadas de perpetuar estereotipos ofensivos sobre la cultura asiática. Un caso particular fue Sarah Jessica Parker, cuyo tocado evocó tópicos negativos asociados a "la mujer dragón". Tres años después, en 2023, la gala rindió homenaje al diseñador Karl Lagerfeld, pero su controversia radicó en los comentarios discriminatorios que había realizado en vida contra diversas minorías.
Otra anécdota recordada es la pelea entre Jay-Z y Solange Knowles en 2014, capturada en cámaras de seguridad. Este incidente fuera del museo dejó huella como uno de los momentos más inesperados en la historia del evento. Además, en 2015, la modelo Cara Delevingne llevó un chaleco con la frase “Peg the patriarchy”, diseñada por Dior, lo que generó disputas con la sexóloga Luna Matatas, quien reclamaba derechos sobre la expresión sin recibir crédito alguno.
No obstante, no solo las celebridades son protagonistas de estas discusiones. En 2024, miembros de la banda surcoreana Stray Kids experimentaron racismo implícito por parte de fotógrafos presentes, demostrando cómo ciertos sectores pueden perpetuar prejuicios estructurales hacia artistas internacionales.
Desde un punto de vista periodístico, la Met Gala no solo es un escaparate de la moda, sino también un microcosmos donde se revelan tensiones sociales y culturales. Aunque muchos asisten buscando brillar bajo reflectores, cada elección de vestuario o tema plantea reflexiones importantes sobre identidad, inclusión y respeto mutuo. Este evento muestra que incluso en un espacio de creatividad ilimitada, nuestras acciones y decisiones tienen repercusiones significativas.