La Mandarina: El Tesoro Cítrico de España

Nov 12, 2024 at 4:25 AM
La mandarina, una fruta de origen asiático, ha conquistado el corazón de los españoles y se ha convertido en un símbolo de la riqueza agrícola del país. Desde sus humildes inicios como un producto prácticamente desconocido en la península Ibérica, la mandarina ha ascendido para liderar la producción de cítricos en todo el continente europeo, con la Comunidad Valenciana a la cabeza. Su versatilidad, sabor y propiedades nutricionales la han convertido en un clásico en los hogares españoles, aunque su presencia en la alta cocina aún espera ser descubierta en todo su esplendor.

Un Viaje Saboroso a Través de la Historia y la Diversidad de la Mandarina Española

Orígenes y Evolución de la Mandarina en España

En el siglo XVI, cuando los exploradores portugueses se adentraron en el Mar de la China Meridional, se encontraron con una fruta de color naranja que les recordaba a los mandarines, los funcionarios chinos de vestimentas llamativas. Fue así como bautizaron a esta fruta como "mandarina", un nombre que ha perdurado hasta nuestros días. Aunque en un principio era prácticamente desconocida en la península Ibérica, la mandarina ha logrado convertirse en el cítrico líder de la producción española, con la Comunidad Valenciana como principal protagonista.La facilidad para pelarla y su sabor entre ácido y dulzón han hecho de la mandarina un clásico en los postres y meriendas de los hogares españoles. Sin embargo, su presencia en los restaurantes aún es escasa, ya que su rendimiento en zumo es menor en comparación con otros cítricos como la naranja o el limón. Aun así, los chefs reconocen el gran potencial de la mandarina, especialmente por sus aromas esenciales.

La Diversidad de Variedades de Mandarina en España

De origen asiático, hoy en día existe una enorme diversidad de mandarinas cultivadas en España. Los cítricos son muy propensos a la hibridación, lo que ha dado lugar a una gran variedad de cultivares que han surgido de manera natural en las huertas valencianas, al igual que ocurre en otras regiones como Marruecos o China.Dentro de esta amplia gama, se pueden distinguir tres grandes grupos: las clementinas, que representan la mitad de la producción española; las satsumas, originarias de Japón; y una multitud de híbridos con nombres tan diversos como Marisol, Loretina, Beatriz de Anna, Tomatera, Fina, Okitsu, Clausellina o Moncada. Muchas de estas variedades están incluso protegidas por patentes, lo que refleja la constante innovación y desarrollo en el sector citrícola español.Cada una de estas mandarinas posee características únicas en cuanto a la textura de la piel, el aroma, la jugosidad, el contenido de azúcar, la acidez e incluso la presencia o ausencia de semillas. Esto permite que la temporada de la mandarina se extienda desde finales de septiembre hasta la primavera, con variedades que maduran en diferentes momentos.

La Mandarina, Protagonista de la Producción Citrícola Española

La Comunidad Valenciana, junto con Andalucía, lidera la producción nacional de mandarinas, con una cifra que alcanzó los 1,22 millones de toneladas en 2022. Esto representa aproximadamente dos tercios de la producción total de cítricos en España, que ronda los 1,8 millones de toneladas.Sin embargo, la sequía y las restricciones de riego han provocado una ligera disminución en la producción en los últimos años. Aun así, los cítricos como la mandarina se han visto menos afectados que otros cultivos, como los caquis o las viñas de Utiel, que han sufrido daños más severos.Alrededor del 80% de la producción de mandarinas se destina a la exportación, principalmente a países de la Unión Europea como Francia, Reino Unido, Alemania e Italia. El 20% restante se consume en el mercado nacional, donde cada español consume en promedio unos 4 kilos de mandarina al año, una cifra que ha disminuido en comparación con la década pasada.

Los Desafíos Económicos de los Productores de Mandarina

A pesar de su importancia en la producción citrícola española, los agricultores de mandarina se enfrentan a importantes desafíos económicos. Los precios de venta al público han disminuido en un 20% en los últimos años, llegando a un promedio de 1,89 euros por kilo. Sin embargo, los agricultores apenas reciben entre 30 y 40 céntimos por kilo, lo que en ocasiones no les permite ni siquiera cubrir los costos de producción.Ante esta situación, algunos productores han optado por diversificar sus cultivos, introduciendo variedades más tempranas que alcanzan mejores precios en el mercado. Otros, como Leopoldo Miñana, han buscado vender directamente al consumidor a través de plataformas web, con el objetivo de obtener un mejor margen de beneficio.La búsqueda de soluciones para mejorar la rentabilidad de los productores de mandarina se ha convertido en un desafío prioritario para el sector, que busca preservar la sostenibilidad de esta importante actividad agrícola.

Las Propiedades Nutricionales de la Mandarina

Más allá de su sabor y versatilidad culinaria, la mandarina también destaca por sus propiedades nutricionales. Esta fruta, compuesta en un 85% por agua, cuenta con pocos azúcares y, por lo tanto, pocas calorías. Además, es una excelente fuente de vitamina C, superando a otras frutas de verano, y también aporta carotenos, ácido fólico, potasio, magnesio y una gran riqueza de ácidos cítrico y oxálico.La nutricionista Julia Warnberg recomienda consumir la mandarina entera, incluyendo el albedo (la piel blanca que recubre los gajos), ya que es una gran fuente de fibra. Sin embargo, advierte sobre la necesidad de lavarse bien las manos después de pelar la fruta, debido a la posible acumulación de pesticidas, y de enjuagarse la boca después de consumirla, debido a su acidez, que puede ser agresiva para los dientes.

La Mandarina en la Cocina: Más Allá del Postre

A pesar de su popularidad como postre o merienda en los hogares españoles, la mandarina aún no ha logrado conquistar un lugar destacado en la alta cocina. Los chefs reconocen el gran potencial de esta fruta, tanto en preparaciones dulces como saladas, pero su uso sigue siendo limitado en los restaurantes.Algunos cocineros, como Manu Núñez, de los restaurantes Besta y Batea en Barcelona, han comenzado a explorar las posibilidades de la mandarina en sus creaciones. Núñez la utiliza en sustitución de la lima en platos como el ceviche mediterráneo, aportando un toque local y evitando el sabor exótico. Además, emplea la piel de mandarina para elaborar kosho, una mezcla de especias que se utiliza para aportar aromas florales en emulsiones, caldos y cócteles.Por su parte, Aitor López, del restaurante Citrus del Tancat en Valencia, ha hecho de la mandarina la protagonista de sus elaboraciones, aprovechando la materia prima de los 2.500 árboles de cítricos que rodean su establecimiento. En sus postres, utiliza hojas emulsionadas, piel deshidratada y gajos de mandarina, acompañados de un destilado realizado con las hojas de la variedad clementina.El pastelero Jordi Bordás también destaca el gran potencial de la mandarina en la repostería, desde aromatizar magdalenas hasta incluirla en bizcochos, polvorones, tartas y flanes, aportando profundidad y sabor.La mandarina, con su versatilidad y riqueza de aromas, espera ser descubierta y valorada en toda su plenitud por los chefs y cocineros españoles, quienes tienen la oportunidad de elevar esta fruta a nuevas alturas culinarias.