En un enfrentamiento vibrante, el Real Madrid ha logrado reavivar sus esperanzas en la competición europea tras imponerse al Olympiacos en un partido clave. Este triunfo no solo mantiene viva su aspiración por avanzar, sino que también revela estrategias fundamentales para contrarrestar a uno de los equipos más temidos del continente.
¿Podrá el Madrid Mantener el Impulso y Superar al Gigante Griego?
El Arte de Neutralizar la Fuerza Roja
Desde el inicio del duelo, quedó claro que el desafío principal residía en cómo manejar la ofensiva implacable del Olympiacos. El entrenador Chus Mateo optó por una defensa agresiva, especialmente dirigida hacia Vezenkov, quien promedia 22 puntos por encuentro en esta serie. Aunque el búlgaro consiguió 21 tantos, incluyendo 15 en la segunda parte, el equipo blanco logró limitar el impacto del resto del plantel griego. Durante esos críticos 20 minutos, el Olympiacos solo pudo anotar 28 puntos mientras acumulaba 10 pérdidas de balón.Esta estrategia demostró ser crucial. Al cambiar constantemente los defensores asignados a Vezenkov en las jugadas de bloqueo, se dificultó su capacidad para lanzar cómodamente desde larga distancia. En lugar de ello, fue obligado a buscar ventajas en posiciones interiores, donde jugadores como Campazzo, Feliz y Llull estaban siempre listos para interrumpir cualquier pase fácil. La colaboración entre estos jugadores permitió mantener una presión constante sobre Vezenkov, lo que resultó vital para el resultado final.Un Cambio Decisivo en la Defensa Perimetral
Uno de los ajustes tácticos más significativos fue el papel de Álex Abalde en la marcaje de Williams-Goss. Este cambio tuvo un efecto inmediato, ya que el base estadounidense, quien llegó al descanso con 15 puntos, terminó el juego con apenas 17. La decisión estratégica de forzarlo a jugar más tiempo cerca del aro redujo considerablemente su eficacia en triples, aspecto en el que había destacado anteriormente.Además, cuando Bartzokas introdujo tres grandes en la cancha simultáneamente—Milutinov, Vezenkov y Peters—el Madrid respondió colocando Sergio Llull contra el último mencionado, a pesar de la diferencia notable en altura. Esta maniobra neutralizó gran parte del peligro que Peters representaba desde el perímetro, dejándolo fuera de acción durante los momentos decisivos. Tal adaptabilidad defensiva evidencia la preparación meticulosa del equipo madrileño.El Quinteto Ganador en el Último Cuarto
Fue en el último cuarto donde emergió la verdadera fortaleza del Madrid. Con un quinteto compuesto por Feliz, Llull, Abalde, Garuba e Ibaka, el equipo logró ampliar la brecha ganadora en seis minutos cruciales. Este grupo combinó una excelente distribución de balón con una menor cantidad de errores, marcando una diferencia significativa respecto a encuentros anteriores.Por primera vez en la eliminatoria, el Madrid superó al Olympiacos en cuanto a asistencias frente a pérdidas de balón, registrando un impresionante 18-11. Este equilibrio positivo refleja no solo la mejora técnica del equipo, sino también su capacidad mental para gestionar mejor los recursos disponibles bajo presión.La Amenaza de Evan Fournier
Una incógnita persiste en torno a la posible participación de Evan Fournier, quien se perdió el último partido debido a un hematoma en el tobillo. Aunque está siendo tratado intensivamente, su inclusión podría alterar significativamente el panorama. En los dos partidos previos celebrados en El Pireo, Fournier promedió 15 puntos, aunque con un porcentaje bajo en tiros de tres (17%). Sin embargo, su habilidad para convertir tiros libres (9 de 10) lo convierte en una amenaza constante.Chus Mateo reconoció que, independientemente de la presencia de Fournier, el Olympiacos sigue siendo un equipo formidable. “Sabemos que Fournier jugará”, declaró. “Y si no está, no será más fácil. Son un grandísimo equipo que no depende únicamente de uno o dos jugadores. Debemos acercarnos a la perfección para ganar de nuevo.”Confianza y Determinación ante el Palacio Ruidoso
Dzanan Musa expresó la confianza del equipo ante el desafío que se avecina. “El rival dispone del mejor equipo de Europa, pero tenemos talento y confianza. Si fuera jugador del Olympiacos, tendría miedo de nosotros porque sabemos cómo se ganan los títulos. El camino pasa por pelear juntos. Es difícil vencernos ante nuestra afición.” Este espíritu guerrero será fundamental en el próximo enfrentamiento, programado en un Palacio a reventar, donde las entradas oscilan entre 60 y 150 euros. La pasión de la hinchada actuará como un factor adicional en favor del Madrid, potenciando aún más su rendimiento en busca de un desenlace histórico.