Una familia residente en Morón, ubicada en la zona oeste del Gran Buenos Aires, se enfrentó a un episodio inusual de inseguridad. En menos de cuatro días, sufrieron dos robos consecutivos de su vehículo Renault Sandero, justo frente a su residencia. Aunque lograron recuperar el automóvil ambas veces gracias a la difusión en redes sociales y las cámaras de seguridad del vecindario, los ladrones siguen en libertad. Los afectados expresan su frustración ante la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades locales.

Sucesión de Eventos Inesperados

El martes por la tarde, tres jóvenes abordaron el vehículo estacionado frente a la casa mientras el dueño lo estaba acomodando para entrar al garaje. Las imágenes captadas por cámaras de seguridad muestran que los delincuentes aprovecharon el momento preciso para actuar sin utilizar armas visibles. La familia pudo recuperar el auto dos días después gracias a la ayuda comunitaria y la viralización del incidente en redes sociales. Sin embargo, el sábado por la tarde, el mismo Renault fue robado nuevamente bajo circunstancias similares.

Los ladrones parecían tener información previa sobre el vehículo, ya que utilizaban la misma llave del primer robo. Esto sugiere que los delincuentes habían mantenido la llave desde el primer incidente y aprovecharon la oportunidad cuando notaron que no se había cambiado la cerradura. El hecho de que pudieran actuar tan fácilmente y con tanta rapidez pone de manifiesto la vulnerabilidad de la zona y la necesidad de medidas más estrictas de seguridad.

Impacto Emocional y Repercusiones en la Comunidad

Gisela, la propietaria del vehículo, expresa su desesperación y resignación ante la situación. Ella menciona que aunque sabían de casos aislados de inseguridad en la zona, nunca imaginaron experimentar algo así en repetidas ocasiones dentro de un período tan corto. La experiencia ha dejado a la familia en constante alerta y ha alterado sus rutinas diarias, obligándolos a ser más cautelosos al entrar y salir de su hogar.

La comunidad local también se ha visto afectada, ya que este tipo de incidentes recurrentes genera miedo e inseguridad entre los residentes. Gisela señala que la presencia policial es prácticamente nula y que sienten que la zona está abandonada por las autoridades. A pesar de la recuperación del vehículo en ambas ocasiones, la impunidad de los delincuentes sigue siendo un tema preocupante. Los videos de las cámaras de seguridad proporcionan evidencia clara de los involucrados, pero hasta ahora no ha habido detenciones significativas, lo que aumenta la frustración de la comunidad.