Este viernes, dos vehículos sufrieron incendios en distintas áreas de la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Afortunadamente, aunque ambos siniestros causaron graves daños materiales, no se reportaron heridos. Los equipos locales de bomberos intervinieron rápidamente para controlar las llamas y minimizar el impacto. Estos eventos han generado preocupación entre los residentes sobre las condiciones de seguridad de los vehículos.

El primer episodio tuvo lugar durante el mediodía en una concurrida zona del centro de la ciudad. Un Honda Civic modelo 1998 conducido por Alma, quien percibió un fuerte olor a gasolina antes de que las llamas comenzaran a brotar del motor, fue el vehículo afectado. La conductora reaccionó con rapidez, abandonando el auto de inmediato. Testigos presentes en el lugar llamaron a los servicios de emergencia mientras observaban cómo las llamas se intensificaban. Los bomberos lograron sofocar el fuego antes de que se propagara al resto del automotor.

Más tarde, aproximadamente a las 13:00 horas, otro incidente similar ocurrió en la colonia Ampliación Los Fresnos. En esta ocasión, Guillermo, conductor de un Chevrolet Cruze, llegó a su hogar solo para enfrentarse al inicio repentino de un incendio en el área del motor. Al parecer, este fenómeno pudo haber sido causado por un sobrecalentamiento. Vecinos cercanos acudieron en su ayuda, utilizando medios improvisados como cubetas de agua y mangueras para intentar mitigar el avance del fuego hasta la llegada oficial de los bomberos. Una vez allí, los rescatistas aplicaron extintores para asegurar que el fuego estaba completamente extinguido.

Aunque ambas unidades resultaron severamente dañadas, especialmente en sus motores y partes frontales, lo más relevante es que no hubo víctimas humanas. Este tipo de situaciones pone de manifiesto la importancia de mantener los vehículos en óptimas condiciones mecánicas y realizar revisiones periódicas para evitar riesgos similares en el futuro. Las autoridades locales recomendaron a los dueños de automóviles extremar precauciones y revisar regularmente sistemas críticos como el motor y los tanques de combustible.