En una reunión clave celebrada en La Habana, el ministro cubano de Finanzas y Precios destacó la importancia de las direcciones territoriales en el control presupuestario y la aplicación de políticas económicas. Este evento reunió a directores provinciales, representantes de programas gubernamentales y funcionarios tributarios para abordar temas como la estabilización macroeconómica, la mejora de los ingresos públicos y la implementación eficiente de la política de precios.
En un contexto de transformaciones económicas, se llevó a cabo en el hotel Tulipán de La Habana una reunión crucial bajo la dirección del ministro Vladimir Regueiro Ale. Durante esta asamblea, que se extenderá hasta el viernes, se analizaron estrategias para fortalecer la economía nacional mediante la optimización del sistema de finanzas y precios.
Uno de los aspectos centrales fue la participación activa de este sistema en las proyecciones gubernamentales destinadas a corregir desequilibrios económicos. Maritza Cruz García, viceministra primera, enfatizó la necesidad de incrementar los ingresos estatales mientras se reducen los déficits fiscales y los endeudamientos. Por su parte, Mary Blanca Ortega Barredo, jefa de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), presentó unas 30 medidas diseñadas para mejorar la gestión tributaria y asegurar el cumplimiento por parte de los contribuyentes.
Otro tema prioritario fue la revitalización de las inspecciones de precios minoristas, un área que enfrenta desafíos significativos debido a la falta de personal capacitado y la insatisfacción pública. En este foro, diversos directivos provinciales compartieron experiencias y propuestas innovadoras para superar estos obstáculos.
Este encuentro subraya la importancia de la colaboración entre diferentes actores económicos y gubernamentales para alcanzar objetivos comunes. Desde una perspectiva periodística, es evidente que la coordinación efectiva y el compromiso con la transparencia son fundamentales para garantizar el éxito de estas iniciativas. Este tipo de eventos no solo refuerza la estructura económica del país, sino que también promueve una mayor confianza ciudadana en las instituciones públicas.