En la región de Durango, se está implementando un innovador programa que busca mejorar las relaciones entre padres e hijos a través de actividades físicas y dinámicas reflexivas. Este proyecto, impulsado por la Dirección del Deporte Municipal, ha tenido una acogida excepcional en escuelas de todos los niveles educativos, tanto urbanas como rurales. Los resultados obtenidos hasta ahora han demostrado un impacto positivo significativo en la cohesión familiar.
En este apacible otoño, la ciudad de Durango se ha convertido en un escenario propicio para fomentar el amor y el respeto entre generaciones. Bajo la dirección del Instituto Municipal de Desarrollo Humano y Valores (INDEHVAL), encabezado por Giovanni Rosso Güereca, se han organizado sesiones de matrogimnasia en diversas instituciones educativas. Estas actividades no solo buscan promover la salud física, sino también reforzar los lazos afectivos dentro del núcleo familiar.
El coordinador del programa, Gustavo Núñez Bonilla, destaca que estas experiencias permiten a los participantes redescubrir el valor del juego y la interacción directa. Padres e hijos tienen la oportunidad de compartir momentos únicos que fortalecen su relación y mejoran la comunicación. Los testimonios recogidos muestran que muchos adultos reconocen haberse dado cuenta de la importancia de dedicar tiempo de calidad a sus hijos.
Las actividades ya han sido llevadas a cabo con éxito en cinco establecimientos educativos, incluyendo la Primaria Rosario Astorga en San Juan, donde participaron 35 padres y 40 niños. Para el próximo año, se espera expandir el alcance del programa a otras 25 escuelas adicionales, llegando incluso a comunidades rurales como El Conejo. En colaboración con la Chuloteca, se planea trabajar con al menos 45 familias más.
Desde un punto de vista periodístico, esta iniciativa refleja un enfoque innovador en la educación y el desarrollo comunitario. Al abordar el problema de la desconexión familiar desde una perspectiva lúdica y activa, se están sentando las bases para una sociedad más cohesionada y solidaria. Este tipo de programas demuestran que pequeñas acciones pueden tener un gran impacto en la mejora de la calidad de vida y las relaciones interpersonales.