Pido el balón y la palabra

Jul 4, 2024 at 9:00 PM

La Poesía del Fútbol: Cómo el Lenguaje Deportivo Enriquece Nuestro Vocabulario

En estos días de Eurocopa, el autor se encuentra fascinado por la riqueza y expresividad del lenguaje utilizado en las retransmisiones deportivas. Lejos de criticar esta "neolengua" futbolística, el autor propone explorar cómo estas frases y expresiones han llegado a permear el lenguaje cotidiano, enriqueciendo nuestro vocabulario y formas de comunicarnos.

Descubriendo la Poesía Oculta en el Lenguaje del Fútbol

Perder la Verticalidad y Recuperar la Horizontalidad

El autor destaca cómo en las retransmisiones deportivas se utiliza un lenguaje particular, donde los jugadores no "se caen al suelo", sino que "pierden la verticalidad". Asimismo, no "se levantan", sino que "recuperan la verticalidad". Estas expresiones, lejos de ser meros eufemismos, revelan una riqueza poética en el lenguaje futbolístico. El autor propone ir más allá, señalando que los jugadores también "desestiman la horizontalidad" que la caída les ha regalado, e incluso "desprecian" esa horizontalidad.

La Transformación de los Penaltis y los Balones Divididos

Otro aspecto que fascina al autor es cómo se describen acciones específicas del juego. Por ejemplo, los penaltis no se "meten", sino que se "transforman". Esta elección de palabras evoca una imagen más dinámica y poética del evento. Asimismo, el autor se deleita con la expresión "balón dividido", donde dos jugadores se disputan un balón que, en esencia, ya está "dividido" entre ellos.

La Posesión de la Pelota y Ganar la Espalda

El autor también resalta cómo en el lenguaje futbolístico se subrayan y enfatizan acciones que en la vida cotidiana serían más sencillas. Por ejemplo, en lugar de simplemente "tener la pelota", se habla de "tener la posesión de la pelota". Además, el autor se emociona con la idea de "ganar la espalda", algo que, según él, sucede cada tres jugadas en un partido.

Ensanchar el Campo y Cruzar la Medular

Otras expresiones que llaman la atención del autor son aquellas que describen la dinámica del juego de una manera más elaborada. En lugar de "pasar a las bandas", se dice que se "ensancha el campo". Y en lugar de "llegar a la mitad del tiempo", se habla de "alcanzar el ecuador".

La Defensa que Hace Aguas y la Pena Máxima

El autor también se divierte con algunas expresiones más coloridas, como cuando se dice que una defensa "hace aguas", lo que le hace imaginar a los jugadores con ganas de orinar. Asimismo, destaca la expresión "la pena máxima" para referirse a los penaltis.

La Neolengua Futbolística en la Vida Cotidiana

Lejos de ser una mera sátira, el autor reconoce la fascinación que le produce esta "neolengua" futbolística. Señala cómo muchas de estas expresiones han trascendido el ámbito deportivo y se han incorporado al lenguaje cotidiano, como "casarse de penalti", "colgar las botas" o "echar balones fuera". El autor disfruta de esta riqueza lingüística y se siente "fuera de juego" cuando no logra entender alguna de estas frases, pidiendo que se las repitan "corto y al pie".En conclusión, el autor celebra cómo los narradores deportivos, al igual que los niños, son generadores de un lenguaje vivo, expresivo y poético, que enriquece nuestro vocabulario y formas de comunicarnos. Lejos de ser una mera jerga, esta "neolengua" futbolística ha logrado permear la vida cotidiana, convirtiéndose en una fuente de inspiración y disfrute para quienes aprecian la belleza del lenguaje.