Un sacerdote de Nueva Orleans, de 93 años, ha sido declarado culpable de cargos relacionados con la agresión sexual de un adolescente en 1975. Lawrence Hecker, que abandonó el ministerio en 2002, estaba previsto comparecer a juicio este martes. Su mirada estaba fija en el suelo mientras un ayudante del sheriff lo empujaba hacia la sala del tribunal. Descubre la historia de un sacerdote acusado de un delito grave
La situación judicial
Hecker se declaró culpable de secuestro agravado, delito agravado contra la naturaleza, violación en primer grado y robo ante la jueza Nandi Campbell. La sentencia se fijó para el 18 de diciembre y él se enfrenta a cadena perpetua. El juicio se había retrasado durante meses debido a preocupaciones sobre su capacidad mental y porque el juez Ben Willard se había inhibido del caso. El caso fue reasignado a Campbell, quien ordenó evaluaciones físicas y psicológicas antes del juicio. Un médico confirmó que tiene la enfermedad de Alzheimer y demencia, pero fue declarado competente para ser juzgado.
Un jurado investigador acusó a Hecker tras una investigación que reveló que había confesado haber abusado de múltiples menores durante sus décadas de servicio en la Arquidiócesis de Nueva Orleans. Sin embargo, los cargos presentados contra él se derivan de un solo supuesto incidente que ocurrió entre 1975 y 1976.
La acusación se produce en medio de una batalla legal por un conjunto de registros eclesiásticos secretos. Estos registros son una crónica de años de denuncias, entrevistas con clérigos acusados y un patrón de líderes de la Iglesia que transfieren a sacerdotes problemáticos sin informar de sus delitos. Hasta la fecha, más de 600 presuntos supervivientes de abusos han presentado denuncias contra la arquidiócesis.
La reacción de la arquidiócesis
La Arquidiócesis de Nueva Orleans dijo que espera y rezaba para que los procedimientos judiciales traigan sanación y paz a los supervivientes de abuso. "Seguimos rezando por todos los sobrevivientes", agregó.
El caso es un ejemplo de la importancia de luchar contra el abuso y de la necesidad de que los casos sean tratados con la debida seriedad. También muestra la complejidad de las situaciones legales y eclesiásticas relacionadas con el abuso.
Es un tema que ha generado mucha atención y debate, y que ha obligado a la iglesia a reflexionar sobre sus prácticas y políticas en relación con la protección de las personas. Esperamos que este caso sirva de lección para el futuro.