El gobierno de Estados Unidos ha dado un paso significativo hacia la modernización de su moneda al anunciar el rediseño del billete de 100 dólares. Este cambio, liderado por el Comité Directivo de Disuasión Avanzada de Falsificación (ACD), busca fortalecer la seguridad y mantener la integridad del dinero en papel frente a técnicas cada vez más sofisticadas de falsificación. A través de innovaciones tecnológicas y un proceso exhaustivo de evaluación, se espera que este nuevo diseño no solo proteja la economía nacional, sino también asegure la confiabilidad global del dólar estadounidense.
En respuesta a las crecientes amenazas de falsificación, las autoridades han integrado características avanzadas de seguridad en el nuevo billete de 100 dólares. Estas incluyen elementos visuales y táctiles diseñados para dificultar su reproducción ilegal. Según la Oficina de Grabado e Impresión (BEP), dependiente del Departamento del Tesoro, estos avances son esenciales para garantizar la estabilidad económica y prevenir posibles crisis monetarias. El lanzamiento oficial está previsto para 2034, tras una serie de pruebas rigurosas destinadas a optimizar su funcionamiento tanto en terminales automáticas como en transacciones manuales.
Además, debido a la amplia circulación internacional del dólar, el organismo ha destacado la importancia de preparar adecuadamente las máquinas procesadoras de efectivo en todo el mundo. Más de 10 millones de dispositivos globales interactúan diariamente con billetes estadounidenses, lo que requiere una coordinación meticulosa antes de su implementación masiva. Este proceso finaliza con ajustes específicos en los sistemas mecánicos y electrónicos, asegurando que los nuevos billetes sean aceptados sin problemas en comercios y cajeros automáticos.
El cronograma de rediseño abarca otras denominaciones importantes, incluyendo el billete de 10 dólares (2026), 50 dólares (2028), 20 dólares (2030) y 5 dólares (2032). Cada etapa sigue un orden estratégico que prioriza la mitigación de riesgos y la protección contra falsificaciones. Este enfoque gradual permite minimizar interrupciones en la cadena financiera mientras se actualizan las medidas de seguridad.
Finalmente, los ciudadanos pueden estar tranquilos respecto al valor de sus billetes actuales. De acuerdo con la BEP, todos los diseños emitidos desde 1914 permanecerán como curso legal, independientemente de las novedades introducidas. Esto significa que no será necesario canjear los billetes existentes, ya que conservarán su valor nominal hasta nueva notificación.