En medio de los intentos del gobierno federal por abordar la falta de medicamentos, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) enfrentó dificultades significativas durante 2024. Millones de recetas médicas no fueron cubiertas, dejando a numerosos beneficiarios sin acceso a tratamientos esenciales. Aunque las cifras muestran una ligera mejora respecto a años anteriores, el problema persiste como uno de los desafíos más graves en el sistema sanitario mexicano.
En un período marcado por esfuerzos gubernamentales, el IMSS reportó que no surtió aproximadamente 4 millones 500 mil recetas durante el último año, lo que equivale a más de 11 millones de piezas farmacéuticas que nunca llegaron a sus destinatarios. Este panorama se observa como parte de una tendencia preocupante iniciada antes de la pandemia y exacerbada durante este periodo. Organizaciones civiles destacan que, aunque la situación ha mejorado comparada con los picos registrados entre 2020 y 2022, sigue siendo alarmante. Durante esos años, se acumularon más de 50 millones de recetas sin suministrar.
Otras instituciones también han sido afectadas, incluyendo el ISSSTE, IMSS-Bienestar y hospitales militares, donde incluso el personal médico ha manifestado su insatisfacción ante esta crisis. En un contexto de finalización del actual sexenio, la gestión de este problema continúa siendo un reto pendiente para las autoridades de salud.
La escasez no solo repercute en los pacientes, sino también en la calidad del servicio brindado por estas instituciones. En un entorno donde el acceso a medicamentos es crucial, la falta de estos genera incertidumbre y angustia en quienes dependen del sistema público de salud.
Desde regiones urbanas hasta áreas rurales, esta problemática ha dejado huella en comunidades de todo el país. La necesidad de soluciones efectivas cobra relevancia en momentos críticos como este.
El impacto de esta situación se percibe en cada consultorio y hospital, donde profesionales de la salud luchan diariamente para ofrecer atención adecuada pese a limitaciones.
Desde una perspectiva periodística, este caso refleja la urgente necesidad de políticas públicas más robustas y sostenibles en materia de salud. Es evidente que, aunque existan avances, aún queda mucho camino por recorrer para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a medicamentos vitales sin interrupciones. Este desafío debe ser abordado con determinación y compromiso por parte de las futuras administraciones.