En esta temporada de transición entre el final de un año y el comienzo del siguiente, nada mejor que unas escapadas cerca de Barcelona para recargar energías. Estas propuestas no solo ofrecen la oportunidad de desconectar del ajetreo cotidiano, sino también de reconectarse con uno mismo en lugares llenos de historia y naturaleza. Desde bellos paisajes nevados hasta mercados medievales, estas experiencias prometen ser el antídoto perfecto para enfrentar el nuevo año con renovado vigor.
En los días 26, 28, 29 de diciembre y 1 de enero, la localidad de Sant Fruitós de Bages se transforma en un escenario medieval gracias al pesebre viviente de Món Sant Benet. Este evento único tiene lugar dentro de un conjunto monástico medieval excepcionalmente conservado. Los visitantes pueden disfrutar de más de cien actores que recrean la vida en tiempos pasados, sumergiéndose en una atmósfera llena de magia e historia. Además, el lugar cuenta con alojamiento en el mismo monasterio benedictino, ideal para extender la estancia.
Los meses fríos invitan a actividades en la nieve que van más allá del esquí tradicional. En Rasos de Peguera, a tan solo una hora y media de Barcelona, se organizan excursiones guiadas en raquetas de nieve. Estas aventuras, seguras y adecuadas para toda la familia, permiten explorar los impresionantes paisajes del Prepirineo. Empresas locales como Relleus Gent de Muntanya ofrecen salidas los fines de semana, incluyendo todo el equipo necesario para una experiencia inolvidable.
A tan solo 30 minutos de Barcelona, en Vallromanes, se encuentra Mas Salagros, el primer ecoresort totalmente sostenible de la península. Ubicado en una antigua masía del siglo XV, este refugio ecológico ofrece vistas panorámicas del parque protegido de la Serralada Litoral. La gastronomía juega un papel fundamental aquí, fusionando ingredientes orgánicos con técnicas culinarias avanzadas. Para completar la experiencia, su centro wellness AIRE Ancient Baths proporciona momentos de relajación absoluta.
La ciudad de Vic se viste de gala durante las fechas navideñas con su tradicional mercado medieval. Entre el 23 y el 29 de diciembre, y del 2 al 3 de enero, las calles históricas se llenan de más de 30 puestos que venden artesanías, joyería, títeres, pintura, ropa y productos gastronómicos locales. Animadores y exhibiciones complementan esta visita familiar, transportando a los visitantes a una época llena de encanto y tradición.
En el corazón del Pirineo catalán, el valle de Camprodon ofrece una experiencia culinaria única. Dolores y José, anfitriones del restaurante La Fonda Rigà, preparan platos que reflejan la riqueza de la cocina tradicional catalana de alta montaña. Para prolongar la estancia, las acogedoras cabañas de madera con servicios de suite son la opción perfecta para disfrutar de la tranquilidad del entorno natural.
Entre el 23 de noviembre y el 6 de enero, PortAventura se convierte en un destino navideño ideal para familias. Decoraciones festivas, espectáculos emblemáticos como Christmas Dream y desfiles de carrozas crean un ambiente mágico. La noche de Reyes trae consigo una cabalgata especial que promete emocionar a pequeños y grandes por igual.
Situado en una de las zonas más vírgenes del Pirineo catalán, el valle de Núria ofrece una experiencia única. Con montañas que casi alcanzan los 3000 metros, este lugar es ideal para practicar deportes de invierno. El acceso se realiza mediante un tren desde Ribes de Freser, que luego continúa con un sistema de cremallera hasta Queralbs. Durante el invierno, el valle cuenta con una pequeña estación de esquí con pistas para todos los niveles.
Estas escapadas cercanas a Barcelona no solo ofrecen momentos de diversión y relax, sino también la posibilidad de reconectar con la naturaleza y la historia. Cada una de ellas nos recuerda que, a veces, lo más hermoso está justo a la vuelta de la esquina, listo para ser descubierto y disfrutado.