La británica Emma Raducanu vivió momentos angustiantes durante el Dubai Duty Free Tennis Championships. En medio del partido contra Karolina Muchova, la jugadora se vio forzada a detener la competencia al identificar a una persona que la había estado acosando durante varios eventos. Este incidente no solo afectó su desempeño deportivo, sino que también puso en evidencia la vulnerabilidad que enfrentan algunas atletas ante situaciones de acoso.

Las autoridades intervinieron rápidamente para proteger a Raducanu. La policía de los Emiratos Árabes Unidos logró detener al individuo, quien había estado siguiéndola en distintos países y torneos. Roman Kelecic, uno de los entrenadores de la tenista, reveló detalles escalofriantes sobre las intenciones del acosador. Según él, este hombre había desarrollado una estrategia meticulosa para acercarse a la jugadora, aprovechando momentos en los que ella estaba menos vigilada. Las medidas de seguridad fueron incrementadas, y finalmente, el acosador fue prohibido de asistir a cualquier evento organizado por la WTA.

Este caso resalta la importancia de fortalecer los mecanismos de protección para las figuras públicas, especialmente en el ámbito deportivo. Es crucial que las organizaciones y entidades responsables tomen acciones concretas para garantizar la seguridad y bienestar de los atletas. Además, es fundamental crear conciencia sobre el impacto emocional y psicológico que el acoso puede tener en las personas, promoviendo un entorno más seguro y solidario para todos.