En una conversación relajada en una terraza sevillana, el reconocido actor Álvaro Morte reflexiona sobre sus recientes proyectos y experiencias artísticas. Tras su estreno en Londres con la obra 'Barcelona', junto a Lily Collins, Morte comparte sus impresiones sobre el desafío del teatro en inglés y la interpretación de un espía en Siria en la película 'Raqa'. Este papel le llevó a aprender árabe y trabajar con el director Gerardo Herrero, lo que resultó en una experiencia enriquecedora tanto personal como profesionalmente.
Mientras disfruta del sol en Sevilla, Morte habla con entusiasmo sobre su reciente actuación en el icónico Duke of York Theatre de Londres. Acompañado por la talentosa Lily Collins, este duelo interpretativo ha sido todo un éxito. La química entre ambos actores y la dirección femenina han creado un ambiente de respeto y colaboración inigualable. A pesar de los desafíos del idioma, Morte se siente orgulloso de haber superado las barreras lingüísticas y creativas en esta producción teatral.
El encuentro inicial con Collins fue crucial para determinar si ambos podían llevar adelante la obra con éxito. Después de una extensa conversación, quedó claro que compartían una conexión especial. Esta sinergia se refleja en cada escena, donde la tensión dramática y el humor fluyen naturalmente. El hecho de que toda la producción sea liderada por mujeres añade un toque único y fresco al proyecto. Morte subraya que trabajar en un entorno tan armonioso es una experiencia verdaderamente gratificante, aunque admite que la grisura londinense no deja de extrañarlo.
La interpretación de un agente encubierto en Siria supuso un reto considerable para Morte. Este personaje requirió que dominara varios idiomas y explorara temas delicados relacionados con el terrorismo y la cultura islámica. La preparación incluyó profundizar en la psicología del espía, creando una biografía detallada que explicara sus acciones y motivaciones. Morte trabajó codo a codo con el director Gerardo Herrero, quien posee un profundo conocimiento del mundo islámico, para dar vida a un personaje realista y multifacético.
Uno de los aspectos más desafiantes fue mantener cierta ambigüedad en el personaje, evitando caer en estereotipos simplistas. Morte buscó representar a un hombre marcado por la soledad y la complejidad emocional, alguien que no revela fácilmente sus intenciones. Este enfoque permitió explorar matices sutiles, como el sufrimiento cotidiano de las mujeres en ese contexto. Morte reconoce la importancia de abordar estos temas con sensibilidad y fidelidad, sin pretender ofrecer respuestas definitivas. En lugar de eso, prefiere plantear preguntas que inviten a la reflexión del espectador, manteniendo siempre un equilibrio entre ficción y realidad.