En la gala del Metropolitano de Arte, Maluma no solo destacó por su presencia, sino que convirtió la alfombra azul en una declaración cultural. En colaboración con el diseñador Willy Chavarría, reinterpretaron el zoot suit, un ícono de la cultura pachuco de los años 40, transformándolo en un símbolo moderno de identidad y resistencia cultural. Este atuendo incluyó detalles como esmeraldas colombianas y bordados florales, fusionando herencia latinoamericana con estética contemporánea.
Además, la preparación de este look fue un proceso meticuloso que llevó meses. El enfoque extendido a su apariencia incluyó un cuidado específico en su rutina de belleza, expresando autenticidad a través de una piel fresca y un peinado sobrio, complementando así la potencia visual de su traje.
Maluma presentó un estilo que conecta pasado y presente mediante un traje inspirado en tradiciones latinas. Este diseño único incorporaba elementos como flores bordadas y pantalones anchos, redefiniendo el concepto clásico del zoot suit para adaptarlo al contexto actual. La elección de joyas con esmeraldas colombianas añadía un toque personal significativo.
Este conjunto era más que moda; era una narrativa sobre orgullo cultural y sastrería como herramienta de expresión política. A través de su interpretación del zoot suit, Maluma celebraba la historia chicana y latina, uniéndola al movimiento del Black Dandyism, donde la elegancia se convierte en un acto de afirmación identitaria. Este homenaje visual destacaba cómo la moda puede ser un lenguaje universal capaz de transmitir mensajes profundos sobre pertenencia y resiliencia cultural.
El proceso creativo detrás del look de Maluma revela la importancia de la planificación minuciosa. Willy Chavarría, reconocido por integrar justicia social en sus diseños, trabajó junto al artista durante meses para desarrollar esta pieza icónica. Su colaboración natural surgió de compartir visiones comunes sobre cómo usar la moda como plataforma de comunicación cultural.
Chavarría diseñó cada detalle con intención, desde el blazer extralargo hasta el sombrero decorado con rosas rosadas, asegurándose de que cada elemento resonara tanto histórica como simbólicamente. Además, la atención a la apariencia física de Maluma completaba esta declaración visual. Su rutina de belleza minimalista, enfocada en realzar su complexión natural, y su peinado elegante, contribuían a crear una imagen coherente que reflejaba autenticidad y sofisticación. Esta combinación entre vestuario y grooming subraya cómo cada aspecto de su presentación estaba diseñado para comunicar un mensaje poderoso sobre identidad y orgullo cultural.