En un giro inesperado, la carrera del jugador francés Ousmane Dembélé ha experimentado una transformación sorprendente desde su llegada al París Saint-Germain (PSG). Conocido por su inconsistencia durante sus años en el FC Barcelona, Dembélé ha emergido como una estrella indiscutible bajo la dirección de Luis Enrique. Su impresionante racha goleadora y su nueva mentalidad lo han convertido en un elemento clave para el equipo parisino, especialmente en la Liga de Campeones, donde enfrentará al Liverpool en octavos de final.
Desde principios de 2025, el talento de Dembélé ha florecido de manera espectacular. En apenas dos meses, el atacante ha logrado anotar 18 goles en 13 partidos oficiales, superando a figuras como Mbappé, Lewandowski y Salah. Esta explosión ofensiva es comparable solo a los récords de Lionel Messi en 2016. Sin embargo, esta metamorfosis no ocurrió de la noche a la mañana. La paciencia de Luis Enrique y las decisiones firmes que tomó al inicio de la temporada fueron cruciales para este cambio.
Tras ser excluido de la convocatoria en un partido crucial contra el Arsenal, Dembélé comprendió la importancia de cumplir con las expectativas del equipo. A pesar de una tarjeta roja controvertida en la derrota ante el Bayern Munich, el jugador respondió con determinación. Dos partidos en el banquillo le sirvieron para reflexionar y regresar con más fuerza que nunca. Sus actuaciones en los últimos encuentros, incluyendo dos hat-tricks consecutivos, demuestran que Dembélé ha encontrado su lugar en el campo y está dispuesto a asumir la responsabilidad de marcar goles.
El francés ha declarado sentirse cómodo en su nuevo rol y disfrutar del juego colectivo que promueve Luis Enrique. El equipo del PSG ha marcado 40 goles en diez partidos recientes, reflejando una unidad y un espíritu que se traducen en resultados positivos. Este ambiente favorable ha permitido a Dembélé expresarse plenamente y convertirse en uno de los jugadores más destacados del fútbol europeo.
Con el Liverpool esperando en los octavos de final de la Champions League, Dembélé tiene la oportunidad de redimirse de su error en la semifinal de 2019, cuando falló un gol crucial que pudo haber cambiado el destino del Barcelona. Ahora, con la confianza renovada y el apoyo de su equipo, el francés está listo para enfrentar este desafío con todas sus fuerzas.
La evolución de Dembélé es un ejemplo de cómo la persistencia y la adaptación pueden llevar a un jugador a alcanzar su máximo potencial. Su resurgimiento en el PSG no solo beneficia al equipo, sino que también inspira a otros futbolistas a superar sus propias barreras y demostrar su verdadero valor en el terreno de juego.