En un giro inesperado del destino, la icónica figura de Bud Spencer ha resurgido no en las pantallas, sino en las góndolas de los supermercados. Los frijoles que alguna vez llenaron escenas memorables en películas junto a Terence Hill ahora se han convertido en un fenómeno comercial impulsado por la familia Pedersoli. Este negocio no solo ha logrado destacarse en el competitivo mercado alimenticio italiano, sino que también ha desafiado a gigantes internacionales como Kraft Heinz. Con una mezcla de nostalgia y estrategia empresarial, esta historia muestra cómo una receta familiar puede transformarse en un éxito económico.

Un Viaje desde la Plataforma hasta los Estantes

En un rincón de Rovereto, en Trentino-Alto Adigio, nace una nueva etapa para los legumbres italianas. Allí, bajo la supervisión de Dega Food, se elaboran los famosos frijoles Borlotti, inspirados en una receta atribuida al propio Carlo Pedersoli, conocido mundialmente como Bud Spencer. En mayo de 2024, Giuseppe Pedersoli, hijo del legendario actor, decidió dar vida a Bud Power, una empresa dedicada a producir alimentos innovadores con raíces tradicionales. Con materias primas orgánicas y proteínas vegetales, esta iniciativa busca reinventar clásicos italianos.

La fórmula mágica incluye judías cultivadas en Piemonte, tocino ahumado artesanal y especias cuidadosamente seleccionadas. Según Giuseppe, esta receta original fue desarrollada por su padre durante largas jornadas de filmación donde repetir escenas de atracón era común. El resultado es un producto premium que hoy lidera el mercado nacional con un 30% de participación y aspiraciones globales hacia Suiza, Austria y Alemania.

Desde sus humildes comienzos en 2022, cuando las ventas apenas alcanzaban los 56 mil euros, hasta proyectar ingresos cercanos a los 10 millones para 2025, Bud Power demuestra cómo la creatividad puede revitalizar tradiciones culinarias. Además, próximamente lanzarán cerveza y pizza, continuando con el espíritu juguetón de su progenitor.

Este viaje no sería posible sin la colaboración entre generaciones de la familia Pedersoli y socios estratégicos como Directa Sim, quienes creyeron en este proyecto desde sus primeras etapas.

Desde entonces, estos frascos no solo representan un homenaje a una época dorada del cine, sino también una declaración sobre la calidad italiana en el mundo moderno.

¿Qué significa realmente "original"? Esa pregunta sigue flotando mientras cada consumidor prueba estas latas repletas de sabor y memoria colectiva.

El próximo paso será conquistar paladares europeos con la misma energía que alguna vez hicieron temblar puños cinematográficos.

De Rovereto a Roma, de Italia al mundo, esta historia es mucho más que un simple producto envasado; es una celebración del legado cultural de uno de los actores más queridos de Europa.

Una Lección Empresarial desde el Pasado

Lo que aprendemos de esta fascinante travesía es que las grandes ideas no necesitan ser nuevas para triunfar. Al combinar emociones nostálgicas con técnicas modernas de producción, Bud Power ha demostrado que incluso algo tan cotidiano como un frasco de frijoles puede volverse extraordinario. Este caso nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras propias historias pueden convertirse en oportunidades únicas si sabemos narrarlas bien. ¿Quién diría que la comida ficticia de una película podría alimentar tanto estómagos como sueños?