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Lily-Rose Depp, hija del famoso actor Johnny Depp y la cantante Vanessa Paradis, ha dejado atrás los desafíos de su papel en "The Idol" para brillar con una interpretación magistral en la nueva versión de "Nosferatu". La actriz de 24 años reveló en una entrevista a Harper’s Bazaar UK que su inspiración proviene de sus miedos más profundos y su fascinación por lo gótico. Además, compartió cómo la película "Eduardo Manostijeras", protagonizada por su padre cuando ella tenía solo tres años, la impactó profundamente no por miedo al personaje, sino por la crueldad mostrada hacia él. Este trauma infantil la ha llevado a explorar temas oscuros en su trabajo, como en "Nosferatu", donde interpreta a Ellen Hutter.

La Evolución Artística de Lily-Rose Depp

En un otoño dorado y misterioso, Lily-Rose Depp se abrió a las páginas de Harper’s Bazaar UK, desvelando los entresijos de su evolución como actriz. Su papel en "Nosferatu", lanzado en cines el día de Navidad de 2024, marcó un hito en su carrera. Dirigida por Robert Eggers, la joven intérprete encontró en este remake del clásico de 1922 una oportunidad única para sumergirse en lo más oscuro y personal de sí misma. Su fascinación por los aspectos sombríos de la vida y la capacidad de empatizar incluso con personajes tan antagónicos como Nosferatu son elementos que han enriquecido su actuación. Sin embargo, fue su experiencia temprana con "Eduardo Manostijeras" lo que realmente forjó su perspectiva. A pesar de que la apariencia cadavérica del personaje no la asustó, la hostilidad del pueblo hacia Eduardo la traumatizó. “Me enfureció ver cómo trataban a mi padre”, confesó Lily-Rose, añadiendo que esta experiencia le permitió conectar emocionalmente con personajes marginados.

Desde entonces, la actriz ha buscado papeles que le permitieran explorar partes de sí misma, ocultas bajo capas de vestuario y maquillaje. En "Nosferatu", Lily-Rose dio vida a Ellen Hutter, una recién casada obsesionada por el vampiro interpretado por Bill Skarsgard. Aunque admitió sentir cierta empatía por Nosferatu, destacó que cada personaje tiene matices que merecen ser explorados. Esta introspección artística no solo ha fortalecido su talento, sino que también ha proporcionado a los espectadores una visión más profunda y humana de los monstruos del cine.

Desde una perspectiva periodística, la historia de Lily-Rose Depp es un testimonio de cómo las experiencias personales pueden moldear y enriquecer una carrera artística. Su capacidad para transformar traumas infantiles en una fuente de inspiración nos invita a reflexionar sobre la importancia de enfrentarse a nuestros miedos y convertirlos en herramientas creativas. Como espectadores, podemos aprender que cada historia tiene múltiples facetas y que incluso los personajes más oscuros tienen historias que contar. Lily-Rose nos demuestra que el arte es un reflejo de nuestra humanidad, llena de luces y sombras.