El Ocaso del Fútbol: Un Mundo Oculto de Violencia y Confrontación
Nov 23, 2024 at 11:14 AM
En un escenario donde el deporte rey se ve ensombrecido por actos de violencia, surge una nueva dimensión que desafía las reglas establecidas. El fenómeno de los ultras y las competiciones clandestinas como Kings of the Streets (KOTS) está cambiando la cara del fútbol europeo, sumergiéndolo en una espiral de confrontación y peligro.
Una Competición Clandestina que Altera las Reglas del Juego
La Ascensión de una Cultura Peligrosa
El mundo del fútbol ha sido siempre un reflejo de las pasiones humanas más intensas. Sin embargo, en los últimos años, este reflejo se ha distorsionado con la aparición de grupos ultras cuyas acciones van mucho más allá de la simple rivalidad deportiva. Estos grupos, compuestos principalmente por aficionados con antecedentes penales y peleadores callejeros, han llevado su agresividad a nuevas alturas, empañando la integridad del deporte.Las competiciones clandestinas como KOTS representan el extremo más oscuro de esta evolución. Nacida en el sur de Suecia, esta organización ha atraído a luchadores amateur de todo el mundo, muchos de ellos vinculados a clubes de fútbol. Las peleas, realizadas sin reglas ni protección, se celebran en lugares secretos y transmitidas por streaming previo pago. Este formato exclusivo ha creado una comunidad cerrada, donde solo los elegidos pueden asistir y participar.Un Viaje al Submundo de la Lucha Clandestina
Abner Lloveras, un reconocido luchador español con experiencia en UFC y Bellator, ofrece una mirada privilegiada a este submundo. Su participación en KOTS no solo lo enfrentó a rivales temibles, sino también a un entorno hostil y desconocido. “El suelo era de cemento, algo que daba miedo porque pensaba que en cualquier momento podía partirme la clavícula o la cabeza”, recuerda Lloveras.La gestión de estas competiciones es tan rápida como eficaz. Muchos ultras escriben directamente a la organización expresando su deseo de pelear, y al día siguiente ya están listos para enfrentarse. Los luchadores profesionales como Lloveras son invitados bajo circunstancias más organizadas, pero aún así, la clandestinidad y la falta de reglas marcan la diferencia. “No va cualquiera. Si les dices, ¿puede ir mi amigo?, entonces te preguntan quién es y te dicen: ‘Dame el nombre, el apellido y redes sociales’. Ellos van a chequear a quién vas a llevar. Miran que no lleves armas. Van a controlar todo”.El Precio de la Adrenalina
La participación en KOTS no solo implica riesgos físicos, sino también económicos. Aunque inicialmente se le ofreció hasta 15.000 euros por pelear, la realidad fue diferente. “Cuando ya estaba cerrada la pelea, me llamaron de la organización y me dijeron, ‘no, no, 15.000 euros te pagará la UFC, pero nosotros no. De hecho, si pierdes, no te pagamos’”. Esta revelación hizo que Lloveras reconsiderara su decisión, pero un mal momento en su carrera lo llevó a volver a contactar a la organización.La falta de reglas en KOTS da lugar a peleas extremadamente agresivas. Morder, agarrar del pelo, todo vale en este ring improvisado. Para un luchador experimentado como Lloveras, esto puede ser tanto un desafío como una amenaza. “Yo iba sin presión, porque tampoco era algo que dijeras, ‘necesito ganar para llegar a la UFC un día’. Me fui a Suecia a un hotel muy bonito y nos cuidaron muy bien. Cuando llegas a la pelea si que te entra el miedo, porque es algo diferente a lo que siempre has hecho”.El Impacto Social y Moral
Las peleas sangrientas y salvajes de KOTS llaman cada vez más la atención, a pesar de sus implicaciones sociales y morales. Abner Lloveras reflexiona sobre este dilema: “No sé si socialmente lo apoyaría, no creo que sea muy educativo. Para gente joven que necesita realmente un buen camino no sé si es lo mejor. Yo lo hago como deportista, porque me gusta pelear. Al final es un dilema que depende de la persona, del momento y a quién vaya dirigido”.A pesar de estos retos, Lloveras se convirtió en protagonista del mejor combate de la historia de KOTS, en una pugna que fascinó a espectadores y promotores. “Yo acabé la pelea destrozado. Fui a un amigo y le dije, ‘qué pena, he perdido’. Y él estaba con una cara de espanto, diciéndome, ‘es la mejor pelea que he visto en mi vida’. Que valoren eso aun habiendo perdido es muy gratificante”.El Futuro de la Adrenalina
En septiembre de este año, Lloveras volvió a KOTS en una plaza de toros al sur de Madrid. Esta vez, su mentalidad era la de un matador: “No quería hacer amigos, iba a ganar”. Y se hizo con la victoria contra un hooligan esloveno que “daba miedo”. “Gané esa pelea por KO, el vídeo se hizo viral porque noqueé a un hooligan fuertísimo. Y la propia organización me escribió a los dos días”.Lloveras reconoce que volverá, pero solo para pelear, por la adrenalina que le transmite. “Ya tengo cerrada esta nueva pelea para diciembre o enero”, asegura. La realidad es que ni siquiera él sabe en cuántos eventos más participará hasta que su cuerpo le diga basta. Mientras tanto, el fenómeno de KOTS sigue creciendo, dejando en evidencia una faceta oscura del fútbol que pone en tela de juicio la integridad del deporte.