En Oklahoma se produjo un partido épico en los cuartos de final de la Copa NBA. Los Thunder se enfrentaron a los Mavericks, dos de los equipos favoritos y primeros clasificados del Oeste. Esta era una reedición de una de las semifinales de conferencia de la temporada anterior. El duelo entre Shai Gilgeous-Alexander y Luka Doncic, segundo y tercero en la votación del MVP, atrajo la atención de todo el mundo. Sin embargo, los dos equipos no llegaron al campo con la misma tensión. Los Thunder salieron a la pista como si su vida dependiera de ello y tenían un plan claro: asfixiar a Doncic, forzar pérdidas, atacar el rebote ofensivo y tirar más de lo normal desde fuera. Y todo funcionó bien para ellos, mientras que los Mavs no pudieron igualar su esfuerzo. Finalmente, los Thunder ganaron con cierta facilidad (118-104).

La Propuesta Principal de los Thunder: A Doncic, Ni Agua

Desde el primer momento, era claro cuál sería la propuesta principal de los Thunder: mantener a Doncic alejado del juego. Dependía del genio esloveno que no se veía influenciado por esa máxima, pero Luka no tuvo un buen día y sufrió un descenso en el peor momento. Luguentz Dort, Alex Carusso y Cason Wallace no le dejaron respirar durante todo el partido, demostrando por qué la defensa exterior de Oklahoma es una de las más completas de la Liga. Doncic estuvo en dificultades en la pista durante todo el partido y al descanso llevaba solo 2 puntos con un 1/7 en tiros, su peor anotación en una primera mitad desde su año rookie.

El Rol de Shai Gilgeous-Alexander

En contraste con Doncic, Shai ya había metido 18 de sus 37 tantos y ejercía de líder de un equipo que funcionaba como un reloj. Los Thunder promedian 39 triples por partido y hoy lanzaron 50, metiendo 20 (40% de acierto). Esto no era lo que Jason Kidd esperaba, quien sin duda se arrepintió de la baja de PJ Washington, una de las claves de la racha de siete victorias consecutivas de su equipo en Oklahoma. Se notó en todo, en ataque y en defensa. Y se notó especialmente al cerrar el rebote. Los Thunder ganaron esta estadística 52-44, con 17 ofensivos. Isaiah Hartenstein brilló en este aspecto, acabando con 13 puntos además de 10 rebotes. El ex de los Knicks vino a resolver el problema interior que tenían el año pasado y hoy lo hizo de manera evidente.

La Intensidad Defensiva de los Thunder

Otra parte clave de la victoria de los Thunder fue la intensidad defensiva general para desconectar, no solo a Doncic, sino al ataque de los Mavs en general. Fueron 19 balones perdidos de parte de los Mavericks que se tradujeron en 36 puntos para Oklahoma. El remate para Dallas llegó en el tercer cuarto. Hasta el descanso, y dejando de lado el mal día de Doncic, los Mavs tenían un 50% de acierto en los tiros y sólo perdían 57-54. Incluso habían ganado el segundo cuarto 25-30. Pero a la vuelta de vestuarios, todo cambió. Un parcial de 13-2 para los Thunder, con 9 puntos de Shai hasta el 70-56. A partir de ahí, todo fue difícil para Dallas. Un triple de Isaiah Joe sobre la bocina del tercer cuarto puso el +17 y la máxima llegó al inicio del último periodo (97-77).

La Reacción de los Mavericks

Los Mavericks tuvieron una reacción en el último momento del partido. Dos triples seguidos de Kyrie Irving comandaron un parcial de 0-10. El base tiró bien, pero no en cantidad suficiente y acabó con 17 puntos. Los máximos anotadores de Dallas, con 19, fueron Klay Thompson y Naji Marshall. Pero era muy complicado que ganaran. Doncic acabó con 16 puntos, 11 rebotes, 5 asistencias y 4 robos, pero con un 5/15 en tiros y 6 pérdidas. Los texanos llegaron a reducir la ventaja a 8 puntos y a falta de 2:‘9 del final estaban a 9 (113-104), pero un triple de Dort lo dejó visto para sentencia.