El Madrid Enfrenta un Desafío Crucial en la Euroliga

En una temporada desafiante, el Real Madrid se encuentra inmerso en una carrera contrarreloj dentro de la fase regular de la Euroliga. Con un registro actual que lo coloca en la duodécima posición, el equipo necesita obtener casi todos los triunfos posibles en las próximas seis jornadas para clasificarse a los playoffs. Para alcanzar esta meta, es necesario no solo mejorar su rendimiento en el juego, sino también corregir errores clave como el lanzamiento desde el perímetro y sus actuaciones fuera de casa. La situación genera cierta ansiedad entre los jugadores, aunque el entrenador Chus Mateo insiste en la importancia de disfrutar más y sufrir menos durante los partidos.

El panorama del Madrid refleja dos áreas problemáticas: sus salidas fuera de casa y su efectividad en los triples. Desde principios de año, el equipo ha tenido dificultades para ganar en terreno ajeno, acumulando cuatro derrotas consecutivas. Su última victoria lejos del Palacio de los Deportes fue el 10 de enero en Kaunas. Este historial pesado (4-10) lo convierte en el peor visitante entre los trece primeros equipos de la tabla.

Por otro lado, el bajo porcentaje de acierto en tiros de tres puntos (33%) se destaca como un obstáculo importante. Aunque jugadores como Abalde destacan con un 42% de precisión, otros miembros clave del equipo no logran alcanzar niveles óptimos. Campazzo, Llull y Feliz presentan cifras preocupantes, lo que afecta al dinamismo ofensivo general del grupo. Según Mateo, este problema se debe tanto a la ansiedad como a la toma de decisiones erróneas en momentos críticos.

Conscientes de estas deficiencias, los blancos buscarán revertir su suerte en su próximo enfrentamiento contra la Virtus Bolonia. Este partido representa una oportunidad crucial para romper con la racha negativa y reforzar su confianza antes de los compromisos decisivos que siguen. Además, la ausencia de un jugador especializado en el rol de ala-pívot que pueda amenazar desde larga distancia, como ocurrió en temporadas anteriores con Thompkins o Randolph, se percibe como un lastre significativo.

El futuro cercano será determinante para el destino del Madrid en la Euroliga. Superar estos desafíos requerirá ajustes tácticos, mayor consistencia en el juego y, sobre todo, un cambio mental que permita a los jugadores mantener la calma bajo presión. Solo así podrán asegurar su lugar en los playoffs y continuar luchando por sus objetivos estacionales.