Un capítulo significativo en la historia del deporte urbano está llegando a su conclusión. Las marcas que han sido sinónimo de estilo y rebeldía para generaciones de jóvenes entusiastas están enfrentando un cambio drástico. Quiksilver, Billabong y Volcom, nombres que han marcado tendencias durante décadas, anuncian el cierre de sus tiendas físicas en el país del norte. Estas decisiones afectan principalmente a los locales comerciales, mientras que las operaciones online y colaboraciones con terceros continuarán.

La decisión impacta especialmente a California, conocida por ser el epicentro de estas disciplinas extremas. Un total de 124 establecimientos en Estados Unidos dejarán de funcionar, entre ellos 35 ubicados en esta región californiana. A pesar de los esfuerzos incansables del equipo de Liberated Brands, la matriz de estas firmas, factores económicos globales y cambios en los patrones de consumo han llevado a esta situación ineludible. Sin embargo, se mantiene la esperanza de encontrar compradores interesados en preservar la esencia de estas marcas en otros mercados internacionales como Australia, Europa, Japón y Canadá.

Este momento representa una oportunidad para repensar y adaptarse a nuevas realidades. Aunque cierra un ciclo importante, abre la puerta a innovaciones y transformaciones necesarias. La industria del deporte urbano sigue evolucionando, y estas marcas icónicas tendrán que reinventarse para seguir siendo relevantes en un mundo cada vez más digitalizado y cambiante. El espíritu de la juventud y la pasión por estos deportes perduran, y seguramente surgirán nuevas formas de expresión y conexión.