La visita oficial de los soberanos daneses a Francia marcó un momento destacado en las relaciones entre ambos países. En esta ocasión, la Reina Mary honró al país anfitrión con un elegante diseño firmado por una icónica casa francesa. Durante su llegada al Hotel Nacional des Invalides, donde se llevó a cabo una ceremonia protocolaria, la realeza combinó tradición y modernidad. Más tarde, durante la cena de gala celebrada en el palacio del Elíseo, la soberana escogió un impresionante conjunto floral que capturó todas las miradas.
La velada continuó bajo la atenta observación de Emmanuel y Brigitte Macron, quienes acompañaron a los Reyes de Dinamarca en este evento diplomático. Para la ocasión, Mary optó por una falda evasé de tonos suaves, adornada con delicados estampados florales y complementada con un cinturón integrado. Este diseño fue armonizado con una blusa semitransparente de seda bordada, que añadió un toque de sofisticación al atuendo. La prenda destacaba por sus mangas voluminosas y detalles sutiles que definían su silueta. Como accesorio, eligió un bolso blanco decorado con perlas, ideal para realzar la formalidad del evento.
Este encuentro no solo subrayó la importancia de las relaciones internacionales, sino también cómo el estilo puede ser un puente cultural. La elección cuidadosa de cada elemento reflejó un profundo respeto hacia la cultura francesa, mientras que los pendientes colgantes y el calzado nude contribuyeron a una imagen impecable. Además, el maquillaje natural y el peinado clásico francés completaron un look que equilibraba modernidad y tradición. Esta visita dejó claro que la moda puede ser una herramienta poderosa para transmitir mensajes de unidad y admiración mutua.