En los primeros días del año 2025, mientras otras monarcas ya habían deslumbrado con sus apariciones oficiales, la realeza neerlandesa aún guardaba un secreto. Finalmente, después de unas merecidas vacaciones en Argentina, Máxima Zorreguieta ha regresado a su papel protocolario con dos importantes actos oficiales que han permitido a los medios y al público apreciar sus elecciones de vestuario. El primero tuvo lugar el 13 de enero, seguido por una recepción diplomática al día siguiente. Ambas ocasiones ofrecieron un vistazo a las innovadoras combinaciones de moda de la Reina, destacando especialmente un abrigo con bordados espectaculares y un nuevo corte de pelo.
Tras disfrutar de unas relajantes vacaciones familiares en el sur del continente americano, la Reina Máxima ha retomado sus responsabilidades oficiales en La Haya. El 13 de enero marcó el comienzo de su agenda laboral con una audiencia que congregó a personalidades de diversos sectores clave del país. Para este evento, la esposa del Rey Guillermo eligió un atuendo que combinaba sofisticación y comodidad, luciendo un elegante abrigo azul en estilo batín que le otorga un aire moderno.
Un día después, durante una ceremonia de Año Nuevo para diplomáticos internacionales, Máxima optó por un look más formal. Rescató de su guardarropa un inusual abrigo rojo oscuro con detalles que evocan fuegos artificiales, diseñado por el danés Claes Iversen. Este prenda, que había utilizado previamente en 2017, se distingue por sus bordados de cristales que forman patrones estelares, creando un efecto visual impresionante. Completó su vestimenta con un bolso que coordina perfectamente con el tono de su outfit.
Además, la Reina debutó un renovado peinado butterfly que refresca su imagen, acompañado de una blusa colorida con lazada al cuello, pieza que ya había usado en múltiples ocasiones anteriores.
Desde la perspectiva de un observador, estos eventos no solo marcan el inicio oficial del año para la Casa Real de Países Bajos, sino que también ofrecen un testimonio de cómo la moda puede ser tanto una herramienta de comunicación como una expresión personal. La habilidad de Máxima para reciclar prendas y adaptarlas a diferentes contextos demuestra un enfoque consciente y sostenible hacia la moda, inspirando a muchos a reconsiderar sus propias prácticas de consumo.