En un enfrentamiento vibrante y cargado de emociones, el Real Madrid se despidió este jueves de la Euroliga tras caer ante el Olympiacos. La derrota no solo dejó al equipo fuera de la Final Four, sino que también evidenció varios factores clave que influyeron en su destino prematuro.

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El Impacto de Altas y Bajas Cruciales

La noticia del regreso de Evan Fournier al campo fue recibida con entusiasmo por los aficionados del Real Madrid. Su aporte ofensivo, destacando con 23 puntos, resultó vital para mantener a los blancos en competencia. Sin embargo, esta alegría fue empañada por las ausencias de Gabriel Deck y Serge Ibaka, quienes sufrieron lesiones en momentos críticos del torneo. La falta de garantías en la posición cuatro quedó expuesta cuando Hezonja y Garuba tuvieron que cubrir más minutos de lo habitual. Esta reestructuración forzada afectó tanto la defensa como la profundidad en la rotación del equipo.Por otro lado, la ausencia de Ibaka resintió especialmente en la pintura. Con Tavares acumulando faltas rápidamente, el hispano-congoleño habría proporcionado un descanso valioso. En su lugar, Bruno Fernando no logró demostrar la eficiencia necesaria, particularmente en tareas defensivas, donde su contribución fue insuficiente para contrarrestar las ventajas obtenidas por el Olympiacos.

El Rol Controversioso del Arbitraje y las Faltas de Tavares

Walter Tavares ha sido durante toda la eliminatoria una pieza fundamental para el Real Madrid. Sin embargo, sus problemas con las faltas personales marcaron un antes y un después en el desarrollo del partido. En apenas unos minutos, acumuló tres faltas rápidas, algunas de las cuales fueron debatibles según el criterio arbitral. Este escenario limitó drásticamente su tiempo en cancha durante la primera mitad, reduciéndolo a menos de diez minutos.Con Tavares en el banquillo, Milutinov aprovechó para consolidarse bajo los aros, capturando rebotes ofensivos cruciales que alimentaron el ataque griego. Además, la movilidad de los jugadores rivales cerca del aro madridista mejoró significativamente, aumentando la presión sobre una defensa ya comprometida. En ataque, el Real Madrid perdió uno de sus referentes más confiables, lo que complicó aún más su estrategia para remontar.

El Factor Triple: Una Estrategia Decisiva

El primer tiempo del Real Madrid desde la línea de triples fue casi impecable, anotando ocho de catorce intentos. Sin embargo, este acierto inicial no se tradujo en una ventaja considerable frente al Olympiacos, llegando al descanso con solo cinco puntos de diferencia (47-42). Este detalle adquirió relevancia al considerar que el Real Madrid es uno de los equipos con menor precisión en tiros de tres en la Euroliga, promediando un 33,4%.Tras el descanso, la efectividad desde el perímetro decayó drásticamente, cayendo a un pobre 20% (dos de diez). Este declive dio oxígeno al Olympiacos, permitiéndoles mantenerse en juego y eventualmente tomar la ventaja decisiva. El fallido intento de triple de Abalde en los segundos finales simbolizó la frustración acumulada durante todo el encuentro.

El Minuto Fatídico: Un Momento Definitorio

Entre los minutos 37 y 38, el Real Madrid vivió uno de los episodios más críticos del partido. Tras un intento fallido de triple por parte de Fournier, Tavares cometió su quinta falta personal en un bloqueo discutible contra Vezenkov. Esta decisión arbitral no solo lo sacó del juego, sino que también alteró profundamente la dinámica del partido.Poco después, Sergio Llull desperdició una oportunidad clara bajo el aro tras un robo de balón. Su nerviosismo frente al aro rival le impidió concretar una bandeja sencilla, lo que derivó en una falta técnica del equipo blanco justo cuando intentaban recuperarse. Estos errores consecutivos fueron capitalizados por Vezenkov, quien conectó un triple de gran calidad que amplió la ventaja del Olympiacos a cinco puntos con solo dos minutos restantes. Este golpe letal cerró prácticamente cualquier posibilidad de remontada para el Real Madrid.