En un mundo donde el espectáculo y las expectativas pesan cada vez más, el actor neoyorquino Timothée Chalamet ha decidido seguir su propio camino. Con 29 años, este intérprete se enfrenta a los retos de interpretar al legendario Bob Dylan en una película que ha demandado cinco años y medio de preparación intensiva. Chalamet no busca justificar cambios ni explicar transformaciones académicas; simplemente, ha vivido el papel como una experiencia profunda y transformadora.
En el corazón de Berlín, durante la presentación de Un completo desconocido, Chalamet rechazó cualquier intento de politizar su trabajo o definir líneas concretas. Para él, la obra es el único juez y guía. El actor ha dejado claro que no aspira a ser el más talentoso, pero sí el que pone todo su corazón en cada proyecto. Su preparación para interpretar a Dylan fue menos académica y más visceral, aprendiendo a tocar y cantar como el ícono folk no por obligación, sino porque Dylan se convirtió en una luz brillante que lo guió.
Chalamet también reflexionó sobre su relación con el cine, reconociendo que el negocio ha cambiado desde los años noventa. Sin embargo, su amor por el séptimo arte permanece intacto. La pandemia y las huelgas en Hollywood prolongaron la preproducción, permitiéndole sumergirse completamente en el personaje. Aunque no busca ser el mejor, sabe que está trabajando duro y que su corazón está en cada escena.
La dedicación de Chalamet va más allá de aprender acordes y modulaciones vocales. Para entrar en el papel, el actor decidió ganar nueve kilos, buscando parecerse más al Dylan de mediados de los años sesenta. Esta decisión no solo afectó su apariencia física, sino que también influyó en cómo abordó el papel. El actor menciona que esta transformación no fue fácil, pero fue necesaria para capturar la esencia del músico.
Chalamet ha hablado de su orgullo por proyectos como Marty Supreme, una película que promete ser mucho más que un biopic convencional. Descripta como una mezcla entre El lobo de Wall Street y Atrápame si puedes, esta cinta protagonizada por Gwyneth Paltrow y Tyler the Creator promete ser una experiencia única.
Desde su participación en festivales hasta sus reflexiones sobre el cine, Timothée Chalamet nos enseña que la autenticidad y la pasión son fundamentales. En un mundo donde las presiones pueden ser asfixiantes, su enfoque en la obra y su compromiso con cada papel ofrecen una lección valiosa. Nos recuerda que, a veces, decir no a lo que se espera de nosotros puede abrir nuevas puertas y llevarnos a lugares inesperados. Chalamet demuestra que, con dedicación y corazón, uno puede crear obras verdaderamente memorables.