La violencia ejercida por hijos hacia sus padres, un fenómeno a menudo oculto, está empezando a ser reconocido gracias al esfuerzo de organizaciones como la Fundación Amigó. Según su informe más reciente, publicado con datos del año 2023, España registró más de mil casos anuales de este tipo de violencia. En particular, la provincia de Granada experimentó un aumento significativo, con 72 expedientes incoados durante ese año, lo que representa un incremento del 44% respecto al año anterior.

Las estadísticas nacionales muestran variaciones notables entre las diferentes regiones. Mientras que comunidades más pobladas como Madrid y Valencia lideran los registros con 764 y 433 casos respectivamente, otras menos densamente pobladas también reportan cifras relevantes. Sin embargo, Andalucía, a pesar de registrar una disminución interanual del 7,58%, sigue siendo la región con mayor número de casos. A nivel provincial, Granada destaca por su crecimiento en comparación con otros lugares andaluces, mostrando una tendencia preocupante pero importante para abordar.

Este estudio revela además que la edad media de los agresores es de 15 años y medio, y que la mayoría son hijos únicos. Los factores asociados incluyen problemas escolares y adicciones, así como el hecho de haber sido testigos o víctimas de violencia previa. Las familias afectadas tienden a ser nucleares o reconstituidas, lo que sugiere que el entorno familiar juega un papel crucial en este tipo de situaciones.

La visibilización de la violencia filio-parental es un paso esencial para combatirla. Reconocer estos patrones y entender sus causas permite desarrollar estrategias efectivas para prevenir y mitigar este problema. Es fundamental que sociedad y autoridades trabajen juntas para brindar apoyo a las familias afectadas y promover entornos familiares saludables y seguros. Este es un desafío colectivo que requiere atención continua y compromiso para construir un futuro mejor.