En 2024, España experimentó un aumento sin precedentes en el número de donaciones, alcanzando una cifra récord de casi 200,000 operaciones. Este incremento, principalmente impulsado por transferencias de dinero entre familiares, refleja la creciente dificultad que enfrentan los jóvenes para acceder al mercado inmobiliario debido a los altos precios y la limitada financiación bancaria. Los notarios atribuyen este fenómeno a la necesidad de apoyar financieramente a las nuevas generaciones en su búsqueda de vivienda, lo que ha llevado a muchas familias a convertirse en “bancos” informales.
La situación económica actual ha jugado un papel crucial en este repunte. Mientras que las tasas de ahorro han aumentado significativamente, los precios de la vivienda también han escalado hasta niveles históricos, superando los 2,086 euros por metro cuadrado. En este contexto, muchas familias con recursos económicos disponibles han optado por adelantar parte de su patrimonio a través de donaciones, facilitando así el acceso a la propiedad para sus hijos o parientes cercanos. Estas transacciones no solo incluyen bienes inmuebles, sino también sumas considerables de efectivo destinadas a cubrir los costos iniciales de compra de viviendas.
Los expertos destacan que esta tendencia tiene tanto aspectos positivos como negativos. Por un lado, permite a muchos jóvenes adquirir una vivienda cuando las instituciones financieras ofrecen préstamos limitados. Por otro lado, puede perpetuar desigualdades sociales, ya que el acceso a la propiedad se vuelve más dependiente de la situación económica de los padres. Estudios recientes advierten sobre el riesgo de que estas dinámicas reproduzcan divisiones de clase basadas en la capacidad de recibir herencias o donaciones.
Además, el marco fiscal ha contribuido significativamente a este aumento. Muchas comunidades autónomas han introducido deducciones fiscales más generosas para donaciones entre familiares, lo que ha incentivado aún más estas transacciones. En regiones gobernadas por el PP, como Madrid y Andalucía, las donaciones han superado las 35,000 operaciones anuales, mientras que en otras como Cataluña, el número ha sido menor. Para aprovechar estas ventajas fiscales, es necesario realizar escrituras notariales, lo que garantiza la trazabilidad y legalidad de las transferencias.
Este fenómeno ilustra cómo la combinación de factores económicos y políticos está reconfigurando las prácticas de transmisión de riqueza en España. Las donaciones han pasado de ser un acto ocasional a convertirse en una herramienta vital para ayudar a las nuevas generaciones a superar los obstáculos del mercado inmobiliario. Sin embargo, también plantea preguntas importantes sobre la equidad y la distribución de oportunidades en la sociedad española.