La heterogeneidad fiscal en Argentina ha generado un entramado complejo de regulaciones tributarias entre provincias. Este fenómeno se pone de manifiesto al analizar el costo de la patente automotriz, cuyas disparidades pueden llegar a ser abrumadoras. En este contexto, el Grupo Joven de la Fundación Libertad realizó un estudio exhaustivo que destaca cómo ciertas jurisdicciones aplican tasas desproporcionadas en comparación con otras.
Un caso paradigmático es el del Peugeot 208 Allure 1.6, modelo líder en ventas. Según el informe, su propietario pagará sumas notables dependiendo de la provincia donde decida registrar el vehículo. Por ejemplo, en Buenos Aires, la tarifa anual representa casi un 5% del valor del auto, mientras que en Resistencia (Chaco) apenas llega al 0,6%. Esta diferencia no solo afecta la equidad fiscal, sino también las decisiones de compra de los consumidores.
Las divergencias no solo radican en los montos cobrados, sino también en los métodos empleados para calcularlos. Existen tres modalidades principales utilizadas por las provincias argentinas: porcentaje directo sobre el valor fiscal, cuota fija más excedente sobre un mínimo, y cálculo basado en tablas específicas. Estas diferencias refuerzan la fragmentación del sistema.
Por ejemplo, en Buenos Aires, Córdoba, CABA y Entre Ríos se utiliza la segunda modalidad mencionada, lo que genera un esquema mixto donde tanto la valuación inicial como la alícuota aplicable juegan un papel crucial. Sin embargo, en Chaco, debido a que la potestad tributaria recae sobre los municipios, se emplea un sistema tabular único, lo que explica las bajas cifras observadas.
El impacto de estas diferencias va más allá de lo meramente financiero. Las disparidades fiscales interprovinciales pueden influir significativamente en la elección de residencia de muchas personas. Un contribuyente podría optar por radicarse en una provincia con menores costos asociados, lo que podría generar migraciones internas dentro del territorio nacional.
Además, esta situación plantea un desafío importante para el Gobierno Nacional, que busca incentivar la competencia fiscal sana entre provincias. Al permitir que los ciudadanos registren sus vehículos en distritos con mejores condiciones, se podría promover un sistema más justo y transparente. Sin embargo, esto también requiere un mayor control y coordinación entre autoridades locales y nacionales.
Para contextualizar mejor el panorama argentino, el informe incluye una comparativa con el sistema estadounidense. En ese país, el costo de la patente varía considerablemente según el estado, pero sigue criterios bien definidos como peso, antigüedad o valor del vehículo. Aunque existen diferencias sustanciales entre estados, estas no alcanzan las magnitudes vistas en Argentina.
Por ejemplo, en California un propietario puede esperar pagar aproximadamente USD 64 anuales, mientras que en Florida oscila entre USD 23,50 y USD 35,60. Estos valores contrastan fuertemente con los registrados en algunas provincias argentinas, donde las diferencias pueden superar el 600%. Esto demuestra que, incluso en países con sistemas federales similares, es posible lograr niveles aceptables de uniformidad fiscal.
El informe "Competencia Fiscal – Impuesto Automotor" marca un hito en la investigación sobre políticas públicas en Argentina. Su principal mérito reside en la transparencia con la que presenta datos que antes eran difíciles de acceder. Gracias a este esfuerzo, ahora es posible debatir de manera fundamentada sobre cómo mejorar el sistema tributario automotor.
Los autores del informe destacan la necesidad de continuar trabajando en investigaciones relacionadas con la competencia fiscal interprovincial. Propuestas como la creación de bases impositivas comunes o la implementación de sistemas más justos podrían marcar un cambio significativo en el futuro. Además, subrayan la importancia de involucrar a todos los actores relevantes, desde gobiernos locales hasta organizaciones civiles, para construir un sistema más equitativo y eficiente.