




En un emocionante enfrentamiento que selló el destino de las semifinales de la Eurocup, el Valencia Basket no logró alcanzar la final tras caer ante el Hapoel Tel Aviv con un ajustado marcador de 92-94. El partido decisivo, disputado en La Fonteta, dejó momentos inolvidables y una despedida histórica para el equipo taronja en su icónico pabellón. Con actuaciones destacadas como la de Blakeney, quien lideró al equipo israelí con un impresionante desempeño ofensivo, los aficionados vivieron una noche llena de intensidad y emoción hasta el último segundo.
La jornada comenzó prometedora para el Valencia Basket, con una ráfaga inicial que les permitió tomar ventaja temprana. Sin embargo, el despertar del Hapoel Tel Aviv, liderado por jugadores clave como Madar y Motley, cambió rápidamente el panorama. A medida que avanzaba el encuentro, ambos equipos intercambiaron golpes en un duelo equilibrado, donde cada punto parecía crucial para decidir quién obtendría el boleto a la gran final.
El tercer cuarto marcó un giro significativo en el desarrollo del juego. Mientras Badio Ojeleye intentaba guiar a los locales hacia una victoria esperanzadora, el Hapoel respondió con firmeza, especialmente gracias a la precisión de Blakeney desde la línea de tres puntos. Este jugador fue determinante en los momentos más críticos, anotando cinco triples consecutivos en el último periodo, lo que resultó ser letal para las aspiraciones del Valencia.
A medida que el reloj corría, la presión aumentó considerablemente. Con solo diez segundos restantes, Montero igualó el marcador, generando una última oportunidad para el equipo valenciano. Sin embargo, Gintat respondió con un tiro certero, dejando a Sestina con la responsabilidad de ejecutar el triple definitivo, que lamentablemente no encontró el aro.
La despedida europea de La Fonteta quedará grabada en la memoria de todos los presentes. Más allá del resultado, este encuentro simbolizó el cierre de una etapa importante para el Valencia Basket, marcada por nueve finales continentales memorables. Aunque los incidentes posteriores entre aficionados añadieron un tono negativo al desenlace, la pasión y entrega mostradas durante todo el partido reflejan el espíritu competitivo que define a este equipo. Ahora, miran hacia el futuro con la esperanza de nuevos logros en horizonte.
