Un equipo de investigadores canadienses ha revelado información crucial sobre la historia geológica y atmosférica del Planeta Marte. Gracias a los datos recolectados por el rover Curiosity, se ha encontrado una abundante cantidad de carbonato de hierro o siderita en el cráter Gale. Este hallazgo sugiere que Marte pudo haber sido habitable hace miles de millones de años, con una atmósfera rica en dióxido de carbono que permitió la existencia de agua líquida. Los científicos destacan que perforar el subsuelo marciano es como explorar las páginas de un libro histórico, descifrando cómo era este planeta en su pasado lejano.
La presencia de grandes depósitos de carbonato de hierro en Marte ha transformado nuestra comprensión sobre su atmósfera histórica. Estos minerales indican que el dióxido de carbono jugaba un papel clave en mantener condiciones adecuadas para la vida en el planeta rojo. Según los estudios realizados, esta sustancia fue acumulándose durante épocas donde Marte aún poseía suficiente calor para albergar agua en estado líquido.
Los análisis llevados a cabo mediante técnicas avanzadas, como la difracción de rayos X, han confirmado la existencia de importantes cantidades de carbonato de hierro en diferentes niveles estratigráficos del cráter Gale. Esto permite a los científicos reconstruir cómo cambiaron las condiciones ambientales en Marte a lo largo de millones de años. Thomas Bristow, uno de los investigadores principales, compara este proceso con hojear un libro antiguo, donde cada página representa una etapa diferente en la evolución geológica del planeta. A medida que el rover excavó más profundamente, se encontraron capas que contenían evidencias directas de procesos químicos ocurridos hace aproximadamente 3500 millones de años.
Este sorprendente descubrimiento tiene implicaciones significativas en cuanto a la posibilidad de vida en Marte en el pasado remoto. La presencia de suficiente dióxido de carbono en la atmósfera habría mantenido temperaturas moderadas, creando un entorno favorable para la formación de cuerpos de agua líquida. Sin embargo, cuando gran parte de este gas comenzó a precipitarse en forma de minerales como la siderita, el clima marciano cambió drásticamente.
Benjamin Tutolo, coautor del estudio, explica que el impacto de estos cambios climáticos podría haber afectado severamente la capacidad de Marte para sostenerse como un ambiente hospitalario. El enfriamiento gradual del planeta habría provocado la desaparición de océanos y lagos superficiales, transformando su paisaje en lo que conocemos hoy como un desierto frío y árido. Este nuevo conocimiento no solo amplía nuestra perspectiva sobre la historia de Marte, sino que también refuerza modelos previos sobre su habitabilidad pasada. Además, abre puertas hacia futuros estudios que podrían determinar si alguna vez hubo formas de vida simples en este mundo distante.