El sector de la moda en Italia enfrenta un panorama desafiante, marcado por una disminución significativa en las ventas minoristas. En el tercer mes del año, las cifras reflejan una segunda caída interanual consecutiva, consolidando una tendencia negativa que comenzó en febrero de 2025. Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (Istat), el sector registró una contracción del 2,7% al finalizar marzo, similar a la registrada en febrero. Este declive contrasta con el comportamiento positivo observado en enero, cuando las ventas aumentaron un 1,9%. Otros segmentos relacionados también experimentaron fluctuaciones notables, mientras que los productos de cosmética mantienen una estabilidad relativa.

En detalle, la industria textil italiana ha mostrado un patrón establecido desde principios de año. Tras un inicio prometedor en enero, donde se anotaron avances significativos, las ventas han sufrido un giro inesperado. Las cifras de febrero ya indicaban una baja preocupante del 2,8%, seguida por una nueva reducción del 2,7% en marzo. Este retroceso no solo afecta al sector de la moda, sino que también refleja una debilidad generalizada en el comercio minorista italiano.

Por otro lado, el segmento de calzado y artículos de cuero también ha registrado un descenso considerable, aunque menor que el mes anterior. En marzo, las ventas cayeron un 4,2%, comparado con una pérdida del 6,2% en febrero. Este ligero ajuste sugiere cierta recuperación parcial, aunque insuficiente para revertir la tendencia bajista. Paralelamente, los productos de cosmética destacan como un oasis dentro del contexto adverso, con un crecimiento sostenido del 1,8% en marzo, continuando así una racha de tres meses consecutivos de incremento.

La situación actual del comercio minorista en Italia revela una crisis más amplia. En términos generales, las ventas minoristas sin ajustes estacionales o calendarios mostraron una contracción del 2,8% en marzo. Este declive fue liderado principalmente por la fuerte disminución en las ventas de alimentos, que descendieron un 4,2% en comparación con el mismo período del año anterior. Por volumen, la caída alcanzó un 4,2% interanual, siendo aún más pronunciada en el caso de los alimentos (-6,7%). Todos los canales de distribución contribuyeron negativamente, con grandes superficies registrando un descenso del 2,6% y pequeñas tiendas un 3,1%. Incluso las ventas en línea no escaparon indemnes, cayendo un 1,3%.

Este análisis evidencia cómo el sector de la moda italiana atraviesa uno de sus momentos más críticos en años recientes. La persistente disminución en las ventas refleja no solo problemas específicos del sector, sino también una coyuntura económica más amplia que impacta al comercio minorista en general. Mientras algunos segmentos muestran signos de resiliencia, otros requieren urgentemente estrategias innovadoras para revertir esta tendencia y asegurar un futuro más próspero.