El Unicaja sufrió una caída significativa en su visita a Estambul, donde el Galatasaray demostró gran intensidad para mantener vivas sus esperanzas de clasificarse para los cuartos de final de la Liga de Campeones de Baloncesto. Este revés marcó la quinta derrota consecutiva del equipo español en esta cancha y puso fin a una racha de 18 victorias seguidas en la competición. El partido se decidió con una canasta decisiva de Palmer a menos de un segundo del final, mientras que Kalinoski intentó responder con un triple fuera de tiempo.
Desde el inicio, los locales mostraron una notable superioridad, alcanzando una ventaja temprana de 19-10 gracias a las contribuciones de Young y Palmer. A pesar de los esfuerzos del entrenador Ibon Navarro para reorganizar a su equipo, la falta de intensidad defensiva y el desgaste físico fueron factores cruciales durante todo el encuentro. En el tercer cuarto, el Unicaja logró acercarse al marcador, pero no pudo capitalizar estas oportunidades.
A medida que avanzaba el partido, el Galatasaray mantuvo su dominio bajo los aros y compensó sus errores en triples con lanzamientos de dos puntos. La situación se complicó aún más para los visitantes cuando Wallace comenzó a brillar desde el perímetro. Con cinco minutos restantes, el Unicaja seguía sin poder dar vuelta al marcador, a pesar de algunos intentos desesperados con triples en los últimos segundos. Finalmente, fue Palmer quien sentenció el partido con una canasta crucial.
En este duelo, el Galatasaray aprovechó su localía y la necesidad de ganar tras una reciente derrota en su liga doméstica. Los jugadores turcos mostraron un nivel de compromiso y agresividad que superó al de los españoles. Aunque el Unicaja intentó reaccionar en varios momentos, especialmente en el segundo tiempo, nunca lograron encontrar la frescura ni la cohesión necesarias para revertir la situación adversa. Este resultado deja al equipo malagueño con una tarea difícil en la lucha por avanzar en la competición.
