El Real Madrid sufrió una dura derrota frente al Olympiacos en su debut en los playoffs, con un marcador final de 84-72. El equipo griego dominó desde el inicio, liderados por la destacada actuación de Sasha Vezenkov y Evan Fournier. Con dificultades defensivas y numerosas pérdidas de balón (19 en total), el Madrid no pudo recuperarse tras caer en un profundo déficit temprano en el partido. Aunque intentaron una reacción en el último cuarto, fue insuficiente para revertir el resultado.
La expulsión de Chus Mateo y las decisiones arbitrales cuestionables añadieron más complejidad al desafío del equipo blanco. A pesar de los esfuerzos individuales notables como los de Sergio Llull y Andrés Feliz, que ofrecieron destellos de esperanza, el equipo careció de cohesión y claridad táctica necesarias para competir contra un Olympiacos sólido y bien organizado.
El primer cuarto marcó el tono del partido, con el Olympiacos mostrando un juego agresivo y eficaz mientras el Madrid luchaba por encontrar su ritmo. La defensa local sofocó cualquier intento ofensivo del equipo visitante, forzándolos a cometer errores costosos. Sin la capacidad de penetrar o crear buenas oportunidades de tiro, el Madrid se vio rápidamente superado.
Con una ventaja inicial significativa de +17 puntos para el Olympiacos en el minuto 8, quedó claro que el Madrid enfrentaba serios problemas. La contribución decisiva de Vezenkov, quien acumuló 31 puntos de valoración con 7 rebotes y 3 recuperaciones, junto con las penetraciones efectivas de Fournier y Williams-Goss, puso al Madrid en una posición casi insalvable. Las rotaciones del Olympiacos mantuvieron la presión constante, impidiendo cualquier acercamiento significativo del equipo blanco.
A pesar de la adversidad, el Madrid logró mostrar algunos signos de vida en la segunda mitad, impulsados principalmente por jugadores clave como Llull y Feliz. Estos intentos, aunque valientes, fueron insuficientes debido a la falta de consistencia general del equipo y la superioridad demostrada por el Olympiacos en prácticamente todos los aspectos del juego.
Las estadísticas finales reflejaron claramente la diferencia entre ambos equipos: el Olympiacos lanzó 13 veces más al aro durante el partido completo, aprovechando además 11 rebotes ofensivos. Las lecciones extraídas de esta derrota serán cruciales para el Madrid si quiere revertir la situación en partidos futuros. Historias pasadas de remontadas heroicas ante rivales poderosos podrían inspirar al equipo a buscar una respuesta más contundente en el próximo enfrentamiento.