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La vida en Kayar, un pequeño pueblo africano, se transformó para siempre con la llegada de siete televisores. En este entorno, los habitantes, incluidos niños y adultos, encontraban una forma única de entretenimiento al reunirse frente a estos aparatos mágicos que mostraban mundos lejanos. Los salones abiertos y las calles llenas de curiosos eran testigos de una fascinación colectiva por las historias que fluían desde las pantallas. Para un niño de ojos grandes que vivía en una choza, esta experiencia fue una invitación a explorar realidades desconocidas y soñar con ser parte de ellas.

Thimbo Samb, nacido en Senegal hace 38 años, es hoy un actor reconocido en España, pero su camino hacia el éxito estuvo marcado por desafíos inimaginables. Desde sus primeros pasos como pescador hasta su ardua travesía en cayuco, Thimbo enfrentó adversidades que forjaron su carácter. Después de varios intentos fallidos de cruzar el océano, finalmente llegó a Tenerife, donde comenzó una nueva etapa llena de dificultades. Durmiendo en calles y comiendo de contenedores, Thimbo nunca perdió la esperanza de alcanzar sus sueños artísticos. Con la ayuda de Andrea, una trabajadora social, y gracias a su perseverancia, Thimbo pudo formarse en teatro y comenzar una carrera prometedora en el mundo del cine y la televisión.

La historia de Thimbo es un testimonio de la fuerza humana y la capacidad de superación. A pesar de las dificultades y el desarraigo, ha logrado construir una vida digna y exitosa. Su dedicación y tenacidad inspiran a quienes lo conocen y a aquellos que escuchan su historia. Hoy, Thimbo no solo actúa en producciones destacadas, sino que también trabaja en proyectos que visibilizan las realidades de los migrantes. Su vida demuestra que, con determinación y apoyo, es posible vencer obstáculos y convertir sueños en realidad. El legado de Thimbo es un recordatorio de que cada persona tiene el potencial de cambiar su destino y contribuir positivamente a la sociedad.