La historia de Claudia Sheinbaum se remonta al 24 de junio de 1962, fecha en la que vio la primera luz en la capital mexicana. Sus raíces se extienden hasta Europa del Este, específicamente a Lituania y Bulgaria, y aunque su linaje incluye ascendencia judía, su educación fue marcada por el ateísmo de sus progenitores. Ambos padres, destacados científicos, también se involucraron en la política, militando en la izquierda desde la Universidad Nacional Autónoma de México, lo que sin duda influyó en el rumbo que tomaría la vida de Sheinbaum.
La influencia de sus padres sentó las bases para su futura incursión en el ámbito político, aunque en sus años mozos, Sheinbaum también se dedicó al arte del ballet, disciplina que practicó con la misma dedicación que caracteriza su carrera política. A pesar de su amor por la danza, la política siempre estuvo presente, convirtiéndose en su tema de conversación predilecto desde temprana edad.
En el terreno personal, la vida de Sheinbaum ha estado marcada por relaciones significativas. Durante su militancia política, conoció a Carlos Imaz, con quien contrajo matrimonio y tuvo una hija, Mariana Imaz Sheinbaum. A pesar de las turbulencias políticas, como las acusaciones de corrupción que enfrentó Imaz, su relación perduró hasta 2016. Posteriormente, el amor volvió a tocar a su puerta con Jesús María Tarriba, reavivando un romance que comenzó en sus años universitarios.
La familia de Sheinbaum también incluye a Rodrigo Imaz, hijo de su exesposo de una relación anterior, a quien la política ha reconocido como suyo. Tras su separación, Sheinbaum encontró nuevamente el amor en brazos de Tarriba, quien tras la victoria electoral de Sheinbaum, se convertirá en el 'primer caballero' de México.
La incursión de Sheinbaum en la política se consolidó en los albores del nuevo milenio, cuando Andrés Manuel López Obrador, recién electo jefe de gobierno de la Ciudad de México, la seleccionó para ocupar la Secretaría del Medio Ambiente. Su formación académica en física y energía fue clave para su designación y posteriormente, su participación en el Proyecto de Nación de López Obrador, que abarca de 2018 a 2024, fortaleció su perfil político.
Conocida por su lealtad y eficiencia, Sheinbaum cumplió con creces las expectativas de López Obrador, lo que la llevó a ser parte fundamental en la fundación del partido Morena y a ganar la alcaldía de Tlalpan. Su compromiso con el partido y su papel como vocera en diversas campañas culminaron en su elección como jefe de gobierno de la Ciudad de México y, más tarde, en su victoria en las elecciones presidenciales de 2024.
Como secretaria del Medio Ambiente, Sheinbaum enfrentó el desafío de reducir la contaminación en la Ciudad de México, tarea en la que logró avances significativos. Además, su gestión vio la construcción de un segundo piso en una de las principales autopistas, aliviando así el tráfico en la metrópoli. Estos logros no pasaron desapercibidos para López Obrador, quien destacó la eficacia de Sheinbaum al registrar solo dos días de contingencia ambiental durante su mandato.
Al asumir el liderazgo de su propio gabinete, Sheinbaum se caracterizó por su exigencia y dedicación, tanto hacia sí misma como hacia su equipo. Aunque algunos colaboradores mencionaron su temperamento fuerte, la presidente electa prefirió no comentar al respecto, dejando que su trabajo hable por sí mismo.