La reciente edición de Miss Universo 2024 dejó una marca imborrable en las redes sociales, pero no por la nueva reina de belleza, sino por la reacción de los chilenos ante la eliminación de su representante, Emilia Dides. En una muestra de ingenio y frustración, los usuarios inundaron las cuentas oficiales del certamen con recetas típicas chilenas, convirtiendo un evento de belleza en un festín virtual.

Una protesta gastronómica que cautivó al mundo

La eliminación que encendió las redes

La eliminación de Emilia Dides en las semifinales del concurso generó una ola de descontento entre los chilenos, quienes consideraron que la decisión del jurado fue injusta. Lejos de quedarse callados, los usuarios de redes sociales comenzaron a compartir recetas de platos tradicionales chilenos, como el pastel de choclo, el pollo arvejado y otros manjares locales, como una forma de expresar su frustración.Esta peculiar forma de protesta no pasó desapercibida, y pronto se convirtió en un fenómeno viral que trascendió las fronteras de Chile. Personalidades de la televisión chilena, como Michelle Carvalho y Constanza Piccoli, también se unieron a la iniciativa, sumando sus voces a las de quienes consideraban que la eliminación de Dides fue un "robo".

Una tradición de protesta gastronómica

Esta no es la primera vez que los chilenos utilizan la comida como herramienta de protesta o expresión cultural. Casos similares se han visto en el pasado, como la inundación de comentarios con recetas en el Museo Británico, reclamando la devolución de un moai.La pasión de los chilenos por su cultura y su comida se hizo evidente en esta ocasión, demostrando que las redes sociales pueden ser un poderoso canal para expresar el descontento y la creatividad de un pueblo. Más allá de una simple protesta, esta acción se convirtió en una celebración de la identidad culinaria chilena, que cautivó a los espectadores de todo el mundo.

Un concurso marcado por la polémica

La edición 2024 de Miss Universo estuvo marcada por diversas polémicas, desde las acusaciones de favoritismo hasta las críticas por la elección de la ganadora. La eliminación de Emilia Dides y la posterior reacción de los chilenos se suman a esta lista, demostrando que los concursos de belleza siguen generando pasiones y debates en todo el mundo.Sin embargo, en medio de la controversia, los chilenos lograron transformar un evento que tradicionalmente se centra en la apariencia física, en una celebración de la cultura y la gastronomía de su país. Esta acción no solo captó la atención de los medios internacionales, sino que también sirvió como un recordatorio de que la identidad cultural puede ser un poderoso instrumento de expresión y protesta.En un mundo cada vez más globalizado, donde los concursos de belleza a menudo se perciben como superficiales o desconectados de la realidad, la respuesta de los chilenos demuestra que la cultura y la comida pueden ser herramientas poderosas para conectar con las audiencias y transmitir mensajes más profundos. Esta acción ha dejado una huella imborrable en la historia de Miss Universo, y servirá como un ejemplo inspirador de cómo la creatividad y la pasión pueden transformar incluso los eventos más convencionales.