El evento organizado por la Universidad Anáhuac Mayab reunió a estudiantes de diversos niveles educativos para participar en un concurso de robótica. Más de 800 jóvenes competidores se enfrentaron en distintas categorías técnicas, destacándose como una plataforma para fomentar habilidades tecnológicas e innovadoras. Los triunfadores tendrán la oportunidad de representar a México en una competición internacional.
La competencia abarcó múltiples disciplinas robóticas y promovió el desarrollo de soluciones creativas en tecnología, destacando la importancia de la educación STEM desde etapas tempranas.
El Concurso de Robótica de la Anáhuac Mayab convocó a cientos de estudiantes interesados en desarrollar sus capacidades técnicas. Este evento reunió a más de 200 equipos procedentes de diversas regiones del sureste mexicano, incluidas Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Veracruz y Tabasco. Las actividades estaban diseñadas para incentivar la resolución de problemas y el trabajo colaborativo entre los participantes.
Este certamen no solo buscó identificar talento en áreas específicas de la robótica, sino también proporcionar una experiencia educativa integral. Los participantes pudieron experimentar cómo aplicar conceptos teóricos en proyectos prácticos, lo que fortalece su comprensión de temas relacionados con la ingeniería y la tecnología. Además, las interacciones entre estudiantes de diferentes niveles académicos permitieron el intercambio de ideas y conocimientos.
Los ganadores del concurso obtuvieron pases para competir en una edición internacional del Robochallenge, consolidándose como embajadores de la innovación mexicana. Esta competencia mundial ofrece una plataforma única para que los jóvenes muestren sus avances en robótica frente a expertos globales.
Entre las categorías destacadas se encuentran diseños avanzados de robots seguidores de líneas, minisumos y robots de combate. Estas especialidades reflejan la diversidad técnica necesaria en la industria moderna. Participar en el Robochallenge representa una oportunidad invaluable para exponerse a retos internacionales y establecer conexiones profesionales duraderas. La preparación para esta fase global implica un esfuerzo conjunto entre docentes, mentores y estudiantes, asegurando un impacto positivo en su desarrollo profesional futuro.