En Colombia, la Semana Santa representa un momento clave para el descanso y el reencuentro familiar. Sin embargo, esta temporada también puede ser una fuente de estrés financiero si no se planifica adecuadamente. Según datos de ACH Colombia, más de 12.7 millones de transacciones digitales se realizaron durante esta época en 2024, destacando un aumento del 15% en los gastos relacionados con turismo, gastronomía y entretenimiento. Para evitar que las vacaciones se conviertan en una carga económica, ACH Colombia propone cinco consejos prácticos que permiten disfrutar de una experiencia relajada y sostenible.
En la vibrante primavera colombiana, miles de personas aprovechan la Semana Santa para explorar nuevos destinos o simplemente desconectar del ritmo diario. En este contexto, Luis Alberto Fernández Pulido, vicepresidente de Operaciones y Tecnología de ACH Colombia, subraya la importancia de adoptar hábitos financieros responsables durante estos días de asueto.
Primero, establecer un presupuesto claro antes de iniciar cualquier viaje es crucial. Este debe incluir todos los costos esperados, como transporte, alojamiento y actividades recreativas, además de un fondo adicional para situaciones imprevistas. Segundo, recurrir a pagos digitales ofrece mayor seguridad y control sobre los gastos, minimizando el uso de efectivo.
Además, monitorear las transacciones de manera constante permite detectar desviaciones tempranas y ajustar el comportamiento financiero según sea necesario. Evitar el exceso en el uso de tarjetas de crédito también contribuye a prevenir futuros problemas económicos. Por último, fortalecer la protección digital mediante actualizaciones de contraseñas y el uso de alertas de transacciones garantiza la seguridad de los datos personales.
Desde Bogotá, ACH Colombia lidera iniciativas tecnológicas que facilitan la gestión financiera durante estas fechas, promoviendo servicios como PSE y Transfiya.
Estas recomendaciones no solo mejoran la experiencia vacacional, sino que también fomentan una cultura de administración responsable que perdura más allá de la temporada festiva.
Como periodista, considero que este enfoque integral hacia las finanzas personales durante las vacaciones marca una diferencia significativa. Adoptar herramientas tecnológicas y desarrollar una mentalidad proactiva respecto a los gastos puede transformar momentos potencialmente estresantes en experiencias gratificantes. Al final, la verdadera riqueza no radica únicamente en cuánto gastamos, sino en cómo gestionamos esos recursos para maximizar nuestro bienestar general.