Chupetes digitales o los riesgos dar a tu hijo el móvil para calmar una rabieta

Oct 2, 2024 at 3:25 AM
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Cómo Evitar Crear "Analfabetos Emocionales" en la Era Digital

En su último libro, "Cerebro y pantallas", la experta en neuroeducación María Couso advierte sobre los peligros del uso excesivo de las pantallas en la infancia, afirmando que esto puede generar "analfabetos emocionales" que tendrán dificultades para ser adultos funcionales en el futuro. La evidencia científica respalda esta preocupación, con estudios que demuestran cómo el uso de las pantallas como "chupete digital" para calmar rabietas afecta negativamente al desarrollo de las habilidades de autorregulación emocional en los niños.

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El Peligro de Usar las Pantallas como "Chupete Digital"

Un estudio reciente publicado en la revista Frontiers in Child and Adolescent Psychiatry ha revelado que ofrecer a los niños un smartphone o una tableta para calmar sus rabietas afecta negativamente a su capacidad posterior para controlar la ira y regular sus emociones. Cuanto más se utiliza esta estrategia, más dificultades presentan los menores para gestionar sus emociones de manera autónoma.La investigadora Verónica Konok, autora principal del estudio, explica que cuando se le da constantemente un dispositivo digital a un niño enfadado o frustrado, este no aprende a manejar sus emociones negativas por sí mismo, sino que termina dependiendo de un objeto externo para regularlas. Esto no solo debilita sus habilidades de autorregulación, sino que también puede conducir a una adicción al móvil.La psicóloga Raquel Huéscar coincide en que esta estrategia del "chupete digital" es "cortoplacista y de pseudorregulación". A corto plazo, el niño se calma, pero a largo plazo, si se convierte en un hábito, se genera un estilo de relación padres-hijos que no resuelve el problema y puede agravarlo, provocando rabietas cada vez más intensas.

La Importancia de la Interacción Humana para el Desarrollo Emocional

Tanto Konok como Huéscar y otros expertos coinciden en que lo que realmente necesitan los niños para aprender a regular sus emociones no son las pantallas, sino la interacción con seres humanos. Los niños requieren de adultos que los contengan, les den palabras, los acojan y los sostengan emocionalmente.Lefa Eddy, del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría, afirma que es a través de la interacción entre padres e hijos como se educa al niño ante situaciones frustrantes. Es en esa "dura labor" de los padres donde los niños aprenden a lidiar con las dificultades y a entender que no se puede tener todo.Según Huéscar, detrás del uso del "chupete digital" está la idea errónea de que hay que erradicar lo antes posible las emociones negativas. Sin embargo, lo importante es aprender a convivir con ellas, ya que la vida conlleva emociones tanto positivas como negativas, y este aprendizaje forma parte del desarrollo de niños y adultos.

Cómo Romper el Círculo Vicioso de las Rabietas y las Pantallas

La investigadora Konok reconoce que hay niños con temperamentos más complicados cuyo comportamiento es muy difícil de gestionar, por lo que a veces los padres se quedan sin ideas y recurren al uso de las pantallas. Sin embargo, advierte que esto puede generar un círculo vicioso: más rabietas, más pantallas, peor gestión emocional.Para romper este ciclo, Konok y Huéscar coinciden en que es fundamental que los padres reciban apoyo y aprendan otras estrategias más beneficiosas a largo plazo para manejar las rabietas de sus hijos. Los psicólogos infantiles pueden jugar un papel importante en este sentido, enseñando a los progenitores métodos más efectivos para guiar a los niños en las situaciones difíciles, ayudándolos a reconocer y manejar sus emociones.Huéscar también destaca la importancia de que los padres se den cuenta de la situación y tengan la seguridad y el aplomo para aguantar estoicamente las rabietas, manteniendo la calma y brindando contención emocional a sus hijos. Esto, aunque no es algo inmediato, puede construir una dinámica familiar más saludable a largo plazo.En definitiva, evitar crear "analfabetos emocionales" en la era digital requiere de un enfoque integral que priorice la interacción humana, el acompañamiento emocional y el desarrollo de habilidades de autorregulación en los niños, en lugar de depender excesivamente de las pantallas como solución rápida. Con el apoyo adecuado, los padres pueden romper el círculo vicioso y guiar a sus hijos hacia una madurez emocional que les permita ser adultos funcionales en el futuro.