La Oscuridad Eléctrica: Un Desafío Persistente para Ecuador

La energía eléctrica es un recurso vital para el desarrollo y el bienestar de una nación. Sin embargo, Ecuador se ha enfrentado a una serie de desafíos en torno a la provisión de este servicio esencial. Desde los inicios de la electrificación en el país hasta la actualidad, la historia de la electricidad en Ecuador ha sido una lucha constante entre la iniciativa privada, los gobiernos y las necesidades crecientes de la población. Este artículo explora los altibajos de este recorrido, analizando las causas y las posibles soluciones para superar la oscuridad que ha envuelto al país en los últimos años.

Iluminando el Camino hacia un Futuro Energético Sostenible

Los Orígenes de la Electrificación en Ecuador

La electrificación en Ecuador se inició gracias a la iniciativa privada nacional. En 1894, se otorgó la primera concesión al consorcio Jijón-Urrutia para instalar plantas eléctricas en Quito. Dos años después, en Guayaquil, surgió la primera planta eléctrica de propiedad del lojano Manuel Alvarado Cueva. Posteriormente, empresas estadounidenses se interesaron en el negocio, instalando "Emelec" en Guayaquil en 1925 y "Eléctrica Quito SA" en Quito en 1932. La inversión privada se concentró en las zonas urbanas, mientras que las áreas rurales carecían de este servicio.

El Papel de los Municipios y la Creación de INECEL

En 1940, los municipios asumieron la responsabilidad de generar, distribuir y comercializar la energía eléctrica en sus jurisdicciones. Sin embargo, la falta de fondos para el mantenimiento y renovación de las máquinas hizo que la oferta no pudiera satisfacer la creciente demanda, lo que resultó en apagones puntuales. Para solucionar este problema, el Estado creó INECEL en 1960, que se encargó de la generación, distribución y comercialización de la energía eléctrica a través de centrales hidráulicas y térmicas.

La Expansión del Sistema Nacional Interconectado

A pesar de los esfuerzos de INECEL, el crecimiento de la población hizo que la oferta de energía eléctrica siguiera siendo insuficiente, lo que provocó apagones regionales. INECEL entonces tomó la iniciativa de generar y transportar energía para vender a las empresas regionales, construyendo centrales como Pisayambo, Paute y Agoyán, así como líneas de transmisión, dando origen al Sistema Nacional Interconectado.

La Estatización y el Declive del Sector Eléctrico

En las décadas de 1970 y 1980, el Estado asumió el control total de la provisión de energía eléctrica, lo que llevó a la anulación de la inversión privada. En las últimas décadas del siglo XX y principios del XXI, Ecuador experimentó una gran explosión demográfica, mientras que los gobiernos de turno, de manera intencional, desmantelaron a INECEL y su programa de generación eléctrica, impidiendo también el aporte de la generación privada. Como resultado, se desencadenó una cascada de apagones, como el recordado "apagón de la hora Sixto".

Los Intentos Fallidos de Solución

Ante esta crisis, el gobierno de la "década ganada" decidió construir grandes centrales hidroeléctricas, como Coca Codo Sinclair y Toachi-Pilatón, pero estos proyectos enfrentaron problemas insalvables y no lograron solucionar el problema. Actualmente, Ecuador sufre racionamientos eléctricos, en parte debido al severo estiaje, pero la verdadera causa radica en la falta y mala inversión estatal durante más de 40 años.

El Escenario Energético Actual y los Desafíos por Delante

El escenario energético de Ecuador se encuentra en una situación crítica. Es necesario cambiar la matriz energética, pero esto lleva tiempo. El gobierno actual se enfrenta a la administración de la oscuridad, sin luz, sin dinero y sin tiempo para enfrentar la realidad. Desesperado, ha tenido que implorar la ayuda del sector privado y de la sociedad civil para hacer frente a esta crisis eléctrica persistente.