La actriz californiana ha encontrado una nueva forma de expresión a través del canto. En los últimos años, Angelina Jolie ha estado explorando nuevas facetas artísticas que le han permitido conectar con emociones y talentos desconocidos. Su interpretación de María Callas en la película biográfica dirigida por Pablo Larraín supone un giro significativo en su carrera. Este proyecto no solo la llevó a enfrentarse al desafío del bel canto, sino que también le ofreció la oportunidad de sumergirse profundamente en el mundo de la ópera, un género que inicialmente le resultaba ajeno.

El proceso creativo fue intensivo y transformador. Durante siete meses, Jolie se dedicó a aprender las técnicas vocales necesarias para dar vida a la famosa cantante lírica. Bajo la guía de Eric Vetro, entrenador vocal de estrellas como Ryan Gosling y Timothée Chalamet, la actriz logró superar sus miedos y dudas. La experiencia le permitió descubrir una parte de sí misma que nunca antes había explorado. Además, el apoyo incondicional de su familia y el director fue fundamental para que pudiera sentirse segura y confiada durante todo el proceso. El resultado es una interpretación que va más allá del simple mimetismo; es una conexión profunda con el espíritu de Callas.

Este papel marca un punto de inflexión en la trayectoria de Jolie. A pesar de su larga historia en Hollywood, la actriz siempre ha buscado roles que la desafíen y la hagan crecer como intérprete. Interpretar a María Callas no solo le dio una nueva voz, sino que también le permitió reencontrarse con su pasión por el arte. En un momento en el que muchas figuras públicas pueden sentirse eclipsadas por la atención mediática, Jolie ha demostrado que aún hay espacio para la autenticidad y la introspección. Su trabajo en esta película es un testimonio de que nunca es tarde para descubrir nuevas formas de expresión y superar los propios límites. Este proyecto no solo enriquece su filmografía, sino que también inspira a otros a buscar su propia "voz" en los momentos menos esperados.