Cuando una familia recibe la noticia de que su bebé debe ser intervenido quirúrgicamente, la incertidumbre y el miedo lo inundan todo. Aunque la intervención venga acompañada de la esperanza, especialmente en situaciones de salud delicadas, las dudas siempre están presentes, tanto por la operación en sí como por los posibles riesgos derivados de la anestesia. En este artículo, hablamos con el Dr. Paco Escribá, anestesiólogo pediátrico, quien da respuesta a las dudas más habituales sobre la anestesia en bebés.
Descubre la verdad sobre la anestesia en bebés y cómo garantizar su seguridad.
¿Cómo afecta la anestesia a un bebé?
El Dr. Paco Escribá nos dice que "tenemos que tener claro que el bebé no es un adulto en pequeñito". Presenta diferencias anatómicas en la vía aérea, una respuesta diferente a la hipoxia o a la falta de oxígeno momentánea, un corazón más inmaduro y una respuesta diferente a situaciones de estrés. Estos factores derivan en mayores factores de riesgo en niños. Algunos estudios hablan de que las complicaciones pueden ser hasta de ocho veces mayores en niños de menos de un año que en niños de 1 a 14 años. Sin embargo, a medida que el cuerpo avanza en edad, adquiere más habilidades fisiológicas para responder a situaciones de estrés. También es importante tener en cuenta el estado físico del paciente. Un paciente sano con una complicación puede ser diferente a un paciente con comorbilidades.¿La anestesia afecta al neurodesarrollo del niño?
El Dr. Escribá hace referencia a una incipiente preocupación en la sociedad sobre la anestesia en bebés y si puede afectar al neurodesarrollo. Aunque algunos artículos médicos estudian una posible relación, actualmente se usan estándares de seguridad y neuroprotección. El papel del anestesista pediátrico es esencial para garantizar esos estándares.El papel del anestesista pediátrico para garantizar la seguridad de menores de un año
La clave para enfrentar las inquietudes y los miedos sobre la anestesia en bebés es el anestesiólogo. Debe ser un anestesiólogo pediátrico con experiencia, no un ocasional. También es importante que el equipo quirúrgico sea dedicado al paciente pediátrico. Todos los artículos científicos apuntan que los principales factores de riesgo están relacionados con la edad del paciente y la experiencia del anestesiólogo pediátrico.Humanización, clave en el éxito del proceso
El Dr. Paco Escribá nos confiesa que, como padre y anestesiólogo pediátrico, entiende lo que implica que un bebé pase por quirófano. Las necesidades emocionales del niño son diferentes a las del adulto. El papel del anestesiólogo comienza con el trato al niño y a sus padres. Transmitir calma es fundamental. Se realiza una cita previa con los padres y se les explica todo. También se utilizan herramientas como el midazolam antes del procedimiento y se recurre al juego para hacer la anestesia más atractiva. En el caso de niños con trastornos, se trabajan con herramientas adicionales. En el caso de Fernandito, tras darle el jarabe se administró óxido nitroso antes de la anestesia. Gracias a todo esto, el niño vivió los momentos antes de quirófano de manera natural.¿Qué ocurre una vez que comienza la operación?
Una vez que el niño está sedado, el anestesiólogo sigue pendiente de que todo vaya bien. Realizan un seguimiento basado en los estándares de calidad y monitorización de la SEDAR. Utilizan aparatología para controlar el estado del paciente en todos los niveles, desde la neuroprotección hasta el dolor. Todo tipo de monitores les ayudan a reconocer problemas tempranos y implementar herramientas para resolverse.