En un giro inesperado en el mundo de la moda y la realeza, la empresaria mexicana Adriana Abascal ha encontrado un nuevo amor en el jefe de la Casa Real italiana, Manuel Filiberto de Saboya. Su relación, que se ha vuelto pública recientemente, ha sorprendido a muchos debido a su naturaleza abierta y cariñosa. La pareja ha sido vista disfrutando de momentos íntimos por las calles de Sevilla y asistiendo a eventos sociales como el desfile de moda flamenca de Rocío Peralta. Este encuentro romántico ha marcado el inicio de una nueva etapa en sus vidas.

Un Romance Inesperado en Sevilla

En los días soleados de primavera, Sevilla se convirtió en el escenario perfecto para que Adriana Abascal y Manuel Filiberto de Saboya demostraran públicamente su amor. Durante el desfile de moda flamenca de la diseñadora Rocío Peralta, ambos no ocultaron su felicidad mientras compartían gestos de cariño y miradas cómplices. Adriana, luciendo un vestido negro bordado con una flor roja en el cabello, desfiló con elegancia, mientras Filiberto observaba embelesado desde la primera fila. Tras el evento, la pareja continuó su velada cenando en un restaurante cercano y paseando por las calles históricas de la ciudad, disfrutando de cada momento juntos.

Los días siguientes fueron igualmente románticos. Visitaron lugares emblemáticos como la catedral de Sevilla, la plaza de San Francisco y el Alcázar, siempre de la mano y con sonrisas radiantes. Esta escapada no fue la única; en las semanas anteriores, también disfrutaron de viajes a Córcega y Roma, donde pudieron fortalecer aún más su vínculo. Finalmente, tras unos días llenos de amor y aventuras, Adriana regresó a París y Filiberto a Mónaco, dejando claro que su relación va en serio.

Desde entonces, ambos han mantenido una comunicación constante y han aprovechado cada oportunidad para encontrarse, demostrando que están dispuestos a superar las distancias geográficas para consolidar su relación. Con cinco hijos entre los dos, Adriana y Filiberto parecen haber encontrado en este romance una nueva fuente de alegría y esperanza.

Este noviazgo representa un nuevo comienzo para ambos, quienes, después de experiencias pasadas, han decidido dar un paso adelante y vivir el presente con intensidad. La naturalidad con la que han mostrado su amor público sugiere que esta relación podría tener un futuro prometedor.

Desde la perspectiva de un lector, es emocionante ver cómo dos personas con historias tan ricas y variadas encuentren en el otro un compañero ideal. Este romance nos recuerda que el amor puede surgir en los momentos menos esperados y que nunca es tarde para comenzar de nuevo. Además, el hecho de que lo hagan de manera tan abierta y sincera es refrescante y digno de admiración.